CUANDO LASTIMA LA LÁSTIMA DE LOS
INDIFERENTES
Lastima la lástima
que se siente cuando se resiente el alma
de alguien referente,
porque es alguien diferente,
pero que actúa
indiferente ante los ojos de los demás,
porque así se desmarca
del camino que marca a esos que quieren
una marca como
ejemplo de un cambio de verdad.
Entre las junglas de
hierro, cemento y de cristal,
en las que hoy se
han convertido las ciudades,
sin querer y sin pensar,
desbordadas de concreto,
mentiras y llenas de pesar,
se bosqueja un
bosque de altos y fríos edificios,
donde los humanos se
esconden de sí mismos,
y luego salen a
violentar a los otros seres,
sin un destino
diferente
al que la propia
humanidad les ha puesto a recorrer.
Día y noche se
escuchan, tras las paredes de los guetos,
los lamentos de
millones de seres que lamentan
ser inconscientes de
su realidad,
al ser conscientes
de su incapacidad
para cambiar los
rumbos que les han obligado a caminar,
sin siquiera poderlos
desandar.
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