SOBREVIVIENDO EN LOS REINOS DE UN
MASTODONTE
Un mastodóntico monstruo,
paquidérmico y voraz,
desde hace tiempo recorre
el planeta entero,
sin que nadie haya sido
capaz de enfrentarlo con esmero,
decisión, carácter y
voluntad.
Es un monstruo que viene
dejando esparcida,
por donde pasa, su mierda
digerida,
con la calma que le
permiten otros pequeños monstruos,
que con él cohabitan sin
poder vivir en paz.
Aquellos son unos seres
pequeños, ágiles y tenaces,
pero con la contumacia
del más bruto, conocidos como humanidad,
quienes, como moscas, se
reúnen en los alrededores del mastodonte,
pendientes del momento
exacto en que aquel bote lo que digiere.
Ávidos por sentir placer,
al comer y oler la mierda de aquel ser,
se pelean y se matan por
tener un pedazo de ese excremento,
sin que se puedan
contener a las consecuencias que les produce su proceder.
El mastodóntico monstruo
no es nada distinto que la avaricia y la codicia,
las que se apropiaron de
los sentimientos de esta inepta humanidad,
quien se vendió sin tomar
conciencia de las causas y lo efectos
que le provoca alimentar
así sus mentes, para enloquecer sus egos,
y así luego destrozar sus
sueños,
para placer de los
dueños de ese paquidérmico mastodonte.
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