ENTRAMPADOS
Atrapada en el engaño,
la humanidad prefiere, mil veces,
la perfección de una
mentira que actuar con la razón
que dan todas las
verdades existentes,
y entonces insistir en
el prurito de un camino inexistente
que tener que recorrer
el que existe en realidad.
Aunque no somos infalibles,
actuamos como si lo fuéramos,
no tenemos la función de
tener siempre la razón,
pero procedemos como sí
la tuviéramos,
no representamos a la
especie más perfecta de la evolución,
pero nos creemos ser que
somos el asomo de ella.
Cuando la ignorancia era
supina, en la humanidad,
se inventó a dios para paliarla,
así el universo nos tuviera otra función,
y después vinieron los emperadores,
papas y reyes,
quienes se apropiaron de
una verdad de un dios que no tenían,
que incluso hoy existen los
rebaños de fieles que siguen ese camino,
por más conocimiento, y
conciencia, tengan que todo es una mentira.
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