LA ECUACIÓN DE UN MAL MODELO
En el último segundo, justo
antes del último amanecer,
será cuando la humanidad irá
a intentar reconocer
lo equivocada que ha
estado,
y la insólita torpeza de
su propio proceder.
De nada le han servido las
evidencias constantes ni los ejemplos permanentes,
tampoco han valido las alertas
ni las alarmas que han venido demostrando
quienes con férreas maneras
analizaron los efectos perniciosos
de un desarrollo modelado
en los intereses personales de unos pocos afortunados.
Ese último día será el
primero de una larga noche,
cuando, y donde, los seres
humanos en masa encontraran la razón,
la que perdieron todos el
mismo día que aceptaron una mala ecuación,
aquella donde el esfuerzo simplemente
es un trabajo,
y que éste tiene un precio,
que se paga con dinero falso y de papel,
con el que se desprecia
con esmero a todos los seres que lo hagan bajo ese modelo,
inventándoles un destino insostenible
que es el hoy que se deshace sin futuro.
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