HASTA CUANDO DIGÁMOS
¡BASTA YA!
Dicen que: “no
hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oír”,
trayendo a colación este dicho o refrán porque se sigue insistiendo por parte
de este gobierno, de manera absurda, en continuar el proyecto de dragado para
la navegabilidad del río Magdalena, como la mejor solución a este problema específico,
sin ver ni escuchar a los expertos ni a la academia, hasta ahora, hacer el alboroto
necesario para objetar este tipo de proyecto.
Con esto no estoy
desconociendo la importancia del proyecto en sí, pues el río Magdalena, o el
mismo río Cauca, o cualquier otro río de nuestra extensa geografía, con
abundante agua debieran ser importantes vías para movilizar carga y pasajeros; en
lo que estoy en contra es en el método y en la forma, pues, aunque no soy
ingeniero civil para dar cátedra sobre dragados de ríos, como ingeniero agrónomo
si puedo asegurar que, sin agua, por más que se drague el río, no habrá jamás navegabilidad.
Entonces les pregunto, ¿Por qué se
prefiere o se insiste en dilapidar tantos recursos, en un dragado que no tendrá
futuro si no hay agua, en vez de invertirlos en reforestar las cuencas de los
ríos tributarios y del propio Magdalena, sabiendo de los múltiples beneficios
que esto generaría en el futuro de todos y con permanencia y sostenibilidad en el tiempo?
Somos una sociedad indolente e impávida ante la falta de sentido común y
de lógica de quienes nos gobiernan, nuestra escasa, o casi nula, capacidad de
reacción a las malas decisiones de estos, van llevándolos a que actúen sin ningún
tipo de responsabilidad ni compromiso con el futuro del país; al dejarlos utilizar
los recursos de todos como si fueran de ellos, les estamos permitiendo despilfarrarlos
sin sentido ni control.
Entonces es cuando les vuelvo a preguntar, ¿acaso
no nos están diciendo los científicos, que en el futuro habrá escases de agua
potable en el mundo, mientras que a la vez nos están diciendo que poseemos
importantes recursos naturales, como ríos, selvas, bosques y fauna, a los que estamos
destruyendo aceleradamente, sin protegerlos ni sacarles provecho?, ¿ante esto,
no deberíamos estar reforestando como felices locos, en todo el país, como
principal política de Estado, para beneficio de las futuras generaciones?
Sin querer ser ave de mal agüero ni dármelas
de profeta, puedo asegurar sin temor a equivocarme, que hasta cuando Colombia entera
no decida entender la importancia de proteger nuestros recursos naturales, o hasta
cuando no le demos la trascendencia a poseer y mantener las fuentes hídricas,
estaremos condenados a sufrir terribles consecuencias, y que entre más nos
demoremos en hacerlo, cada día todo se pondrá peor.
________________________________________________________________________