POTAJES DEMENTES PARA QUE LA MUERTE ESTÉ VIGENTE
Sucumbir ante el olor
de la vida frente al de la muerte concita,
con las acciones debidas,
hacia las costumbres manidas
de un ser en medio de
la deriva de corrientes perdidas,
entre las memorias
hervidas por el calor de los recuerdos ingratos,
produciendo un potaje
de confusas emociones que provocan
a una especie, en
cuanto lo consume, mantenerse alejada de la realidad,
creyendo encontrar en
la ficción el remedio ideal para la enfermedad que padece,
una terrible demencia
que le prohíbe asumir el papel de su vida.
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