DANDO FE, COMO NÁUFRAGO, DE LO
QUE PIENSO Y CREO
Redacto lo que digo y
lo que pienso, sin importarme si cautivo o tengo receptores
para las ideas que cráneo,
escribo, desarrollo, expongo y planteo,
simplemente apelo a lo
que tengo, y a lo que hay,
en cuanto no poseo
recursos económicos para utilizar otro tipo de medios,
por lo tanto, recurro
a estos canales comunicacionales, sean escritos, virtuales, auditivos,
visuales, locatarios,
vecinales o hasta incluso de rumor o con humor, los cuales,
por lo general, hoy hacen
parte y uso de las redes sociales,
apegándome a ellos como
una lapa sobre una roca, o como un náufrago a un flotador,
utilizándolos como modelos
circunstanciales, incluso emocionales,
explicando por su
intermedio mis conceptos y mis verdades
en contra de las
mentiras o los engaños que han logrado hacerse normales,
naturales e institucionales
a través de los intereses financieros, políticos, religiosos
o culturales, por más
lleguen a ser éstos parte de estructuras de índole corporativo
o empresariales, a
los cuales han terminado convirtiendo en oficiales, públicas y privadas,
buscando que se
conviertan mis ideas en estructuras o herramientas desencadenantes
de sentimientos
vergonzantes, protestantes, discutibles y analizantes,
en cuanto estén favor
o en contra de iniciativas o personas, la mayoría de ellas
capaces de enfrentar o
reforzar lo decidido por pocos, como si en este mundo
no existieran otras maneras
para cuestionar o reformar los sistemas establecidos,
arraigados en las
neuronas, órganos y tejidos de una especie conquistada
con embustes
enquistados entre sus cuerpos deformados.
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