NOS HEMOS CONFORMADO A EXISTIR Y ESTAR
SUBYUGADOS
Subyugados por patrones y
sistemas inhumanos
los seres humanos nos hemos acostumbrado
a doblar la cerviz,
dejando expuestos nuestros
cuellos,
por donde corre la yugular
que irriga nuestros cerebros,
y así entregar sin lucha las
ideas, la sangre y el sudor
que nos exigen para mantenernos
vivos.
Conformados por medio de ilusiones
ajenas a nosotros,
siendo de otros y sin ningún
tipo de sustento real,
nos asimos de esas esperanzas
imposibles de realizar,
a través de sueños internos e
individuales,
mientras le rogamos a unos dioses
fabulosos,
creyendo que la imaginación
es más fuerte que la realidad,
dejando entonces en manos del
azar
la posibilidad de una
existencia mejor.
Corre el tiempo general frente
a las vidas personales,
dejando marcados los cuerpos
con señales indelebles,
tras el engaño que conduce a
la especie humana
hacia la humana manera de
encarar sin forma clara
nuestro destino comunal, del
cual se apropiaron unos pocos.
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