NO EXITE NINGUNA CORRELACIÓN
ENTRE LA ÉTICA PERSONAL Y LA PÚBLICA
Los fundamentos de
toda ética administrativa, cotidiana y oficial,
la cual tiene que
ser obligatoria en cualquier esfera pública,
no tienen ningún tipo
de correlación con los postulados incrustados
entre la ética personal,
pues cada quien, individualmente,
se rige por la salvaje
ambición que el capitalismo ha impuesto
como modelo ideal de
lo que significa, en él, el éxito personal,
sobre un planeta donde
imprescindiblemente se requiere un comportamiento comunal,
porque si no, se
pierde en la espesura de un marasmo moral,
la integridad
ética necesaria para convivir con justicia y equidad social,
teniendo hoy, como
escenario natural, a cada quien, creyéndose normal,
exigiendo y
reclamando para sí, lo que debe ser para todos por igual.
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