LAGRIMAS DE COCODRILO
Vertemos lagrimas
tras cada muerte, sean de amigos o enemigos,
con tanta facilidad
que más parece felicidad,
porque al final no llegamos
a sentir ninguna pena,
apenas estamos
cumpliendo un objetivo dentro de una regla social,
que hace parte de un
protocolo aprendido,
el cual nos enseñan desde
niños, buscando aparentar una culpa y un dolor sin sentido
en medio de unos
intereses concebidos para intentar, cada quien,
alcanzar el éxito
personal sobre el cadáver, aun caliente, de los demás,
ya que nacemos, crecemos,
nos reproducimos, maduramos y morimos
entre sistemas de progreso
y desarrollo creados sobre modelos de vida
que solo están basados
en valores monetizados, los cuales han venido insensibilizando
a una especie
inhumanizada a través de un tiempo totalmente materializado.
______________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario