ME RECONOZCO COMO UN TRISTE MERCENARIO
DEL AMOR
Ayer, cuando deje tirado mi primer
cuerpo abandonado,
el de una amante ardiente pidiéndome
más sexo,
sobre la cama aún caliente tras
una loca pasión,
supe que mi vida iba a ser igual
a como hasta ahora ha sido,
llena de ausencias
emocionales,
y fría como la muerte de los
amores que me acechan,
siempre pendiente por mi próxima
mala relación,
obligándome a fallar y acostumbrándome
a follar de afán,
en cuanto las peores situaciones
se producen a mi lado,
entre mis manos, las de un triste
mercenario del amor,
cual un soldado habituado a
matar sentimientos
antes que decidirme amar,
a quien me parezco cada día
más.
______________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario