EL AVE FÉNIX ES LA PROPIA HUMANIDAD
Sacudiendo de sus alas las gotas de sangre
que continuamente caen sobre sus plumas,
que continuamente caen sobre sus plumas,
trás los sueños degollados por las ideas permanentes
de unos deseos insuficientes,
los cuales exhiben sin remordimientos quienes
quieren para sí las riquezas pertenecientes a todos,
haciendo que el ave fénix personal,
perteneciente a cada uno de los seres humanos,
aspire a renacer de las cenizas que quedan esparcidas entre los suelos de un planeta destruido por ellos.
A la distancia, todos alcanzamos a escuchar los sonidos guturales que generan los cuerpos moribundos, ansiosos por llenar de aire unos pulmones vacíos,
los cuales van exhalando los últimos vestigios
de un estilo de vida imposible de volverse realidad,
pues los anhelos de pocos son más grandes
que los de los demás, así que, en un ciclo constante,
las ilusiones humanas fallecen simultáneamente a los sueños imposibles, inexistentes como el ave fénix.
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