LAS HUELLAS QUE QUEDAN DE LOS RECUERDOS DE UN ROSTRO
Las huellas que quedan del rastro de un rostro nunca se
borran de una memoria, cualquiera que sea, todo se transforma en la forma que
modeló
ante aquellos ojos que lo miraron, permaneciendo igual que
una fotografía,
aunque transcurra una eternidad desde aquel instante,
manteniendo una constancia
durante el tiempo de vida de quien lo vio.
Hay tantos elementos en la acción de cada recuerdo,
que afectan e impactan esos momentos, como cuando cae un
rayo sobre una roca,
su energía es tan fuerte que termina grabando en las
neuronas un profundo patrón,
tanto así que las ideas de aquel encuentro marcan el
cauce de un río de emociones,
que decantan sus memorias en un gigantesco mar de sueños eternos,
que nacen por esos recuerdos, con ese momento espacial
ocupando en ellos un espacio especial,
tan grande como un sol que estrella sus rayos en los
sentimientos personales,
que de allí brotaran por siempre con su propia luz.
______________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario