EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEUN ENGENDRO Y EL TIEMPO
El tiempo se había
encargado de acumular, con la evolución genética,
una cantidad
necesaria de moléculas y células, para armar a un ser,
como el humano, y qué,
con ellas, pudiera tener las suficientes herramientas
para comprender y
transformar su entorno, aunque fuera en el fondo un soberano,
sin embargo, en algún
momento, no se sabe cuál ni cuando,
algunos de ellos se
extraviaron y las modificaron,
convirtiéndolas en
instrumentos de dolor, al darle precio a su función,
desnaturalizando al
portador de un cheque en blanco, la especie como tal,
y valorizando al
comprador individual con una idea infausta,
para desarrollar con
ella la infraestructura contra la que hoy se estrella
el fundamento natural
de la evolución original.
Es ahora el tiempo
quien reclama su momento y el actuar,
ya que había puesto a
funcionar al engendro que dejó formar,
y con la calma que se
da a sí mismo, le cede al espacio su lugar,
para demostrar que
esa falsa identidad ha falseado la realidad,
y que así no puede seguir
jugando en un escenario sin igual.
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