LECCIONES
DE VIDA
En los fragores de las diarias batallas, descubrimos qué, como
seres solitarios, hemos sido programados, hasta morir, en el intento de ganar,
así sea matando al adversario.
Es muy parecido a estar en la tranquilidad de una vida cotidiana
y darnos cuenta, muchas veces sin querer, que nunca encontraremos la capacidad necesaria
para estar bien, ni con uno mismo ni con el vecino de al lado.
Esto nos sucede porque, como seres sociales, no hemos
podido encontrar las maneras de encausar los deseos individuales en unas metas
generales, para así transitar los caminos, cada quién por su lado, que nos conduzcan
a todos hacia un mismo destino.
Mientras nos sucede esto, la historia seguirá registrando los
hechos ordinarios que incitan a una ciega humanidad a sostener sistemas perversos
como el actual, que conducen al ser individual a mantener un estilo de vida que
lo esclaviza a consumir, a la vez que lo idiotiza.
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