ENTRETEJIDOS HUMANOS

ENTRETEJIDOS HUMANOS

Centavo a centavo, como célula tras célula se van formando los tejidos, se han ido acumulando y trasformando, en algunas cajas secretas de caudales de los mayores bancos particulares y con el aval de los estatales, los recursos de todos en personales.

Y esto sucede porque algunos se los roban, de manera sistemática y permanente, del erario público, el que se supone público, como supuestamente se dice en el diccionario.

Es así como, con una inmensa maraña de tramas, de relaciones y servicios, los dirigentes y políticos han podido desarrollar y construir los anómalos y gigantescos órganos, con los que como un cáncer terminal también han aprendido a consumir, indecentemente y con avidez, las vidas particulares de esos millones de seres individuales que después no pueden vivir por la falta o escases de esos recursos generales.

¡Sanguijuelas¡, les gritan entonces algunos, ¡rémoras!, les gritan los otros, !ratas de alcantarillas¡, les dicen los que se han pasado sus tristes y pobres vidas viviendo en los socavones que les han construido aquellos con la inmundicia de sus desechos.

Sin embargo, con el colmo del cinismo y de la máxima estupidez, y ante la falta de ley y de justicia humana, los tribunales terrenales solo terminan todos los procesos judiciales y penales, contra aquellos, clamándole al final a un Dios, para que sean ellos quienes castiguen después a esos vampiros humanos, a los que han aprendido a convivir de la sangre de sus hermanos. 
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