LAWFARE ES EL ARMA DE UN ACOSO EN EJERCICIO

 LAWFARE ES EL ARMA DE UN ACOSO EN EJERCICIO

Pretendiendo machacar sobre el asunto que se cocina alrededor de los medios de comunicación, ya que hoy se ha vuelto costumbre, además de peligroso, tomar como únicas verdades las que se vienen revelando en cascada a través de los medios de comunicación tradicionales colombianos, léase los que siempre han estado en posesión de las élites de siempre, o de esos mismos pero que han llegado a las manos de las nuevas, casos Santodomingo, Ardila Lulle, Gilinski o Sarmiento Angulo, insidiosos contra el actual proyecto gubernamental y administrativo, qué aunque se puede considerar complejo y lleno de errores, se puede a la vez catalogar un porcentaje menor a los anteriores, sin que se tengan que justificar por eso sus equivocaciones, presentando a diario versiones ponzoñosas, procedentes desde aquellos periodistas que trabajan en los medios que están en manos del poder industrial y corporativo, sintiéndose afectados por políticas de control o por cambio de beneficiarios, los cuales están decididos y adiestrados para señalar hacia un único lado, o sea actuar contrarios a un gobierno al cual tienen como enemigo y en permanente acoso, resultando ser para el espectador desprevenido versiones creíbles por más que sean manipuladas y malintencionadas interpretaciones, asunto que requiere de jueces y veedores imparciales, activos y justos, sin embargo, los ciudadanos notamos a una rama judicial comportándose como factores inanes, indolentes o cooptados, respecto a una tarea fundamental, porque tendrían que activar las alarmas ante las múltiples deducciones que se sacan a la ligera, parcializada y suspicazmente, señalando responsables y delincuentes a funcionarios implicados sin haber sido siquiera juzgados ni condenados, identificando en ellos orígenes directos provenientes desde un solo movimiento político, atribuibles después de hacer  certeros análisis por parte de supuestos expertos en las materias, asuntos o negociados, dilucidando de forma providencial e inmediata quiénes son los verdaderos responsables, pudiendo entonces dirigir sus sospechas hacia sujetos concretos, que entonces sean fáciles de digerir, discernir y encontrar por parte de lectores ciegos a las tramas ocultas que se están tejiendo, ignorantes  y desconocedores del tipo de inconsistencias y torcidas consideraciones que traen consigo adheridas semejantes noticias, de esa manera presentadas y tratadas, de allí surge que sea menester poseer mesura y conocimiento de las causas y motivos, por parte de  espectadores o lectores, teniendo grados exclusivos para especialistas, como la médula necesaria, requerida y capacitada para profundizar en el conjunto de explicaciones, qué entonces después sirvan para encontrar las sartas de mentiras o sus posibles verdaderas resoluciones, pues tampoco se puede soslayar las implicaciones que emanan desde una rama judicial paquidérmica, caracterizada por la impunidad e incluso comprometida con los ataques que se producen a destajo, comportamiento conocido como lawfare o guerra jurídica, actual arma o herramienta idealizada, emprendida y utilizada como proyectil que cumpla la misión de descargar noticias falsas sin tener que comprometer al que las propaga cual disparo mortal, método atribuido a las nuevas medidas políticas de los interesados en el desprestigio, con las cuales fácilmente se condena antes de judicializar gobiernos opositores, mucho mejor si resultan ser verdaderos progresistas o liberales. 

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