LA VENALIDAD DEL BIEN
Indiferentes con los comportamientos visibles de ciertos personajes alebrestados con las materialidades obtenidas con sus indecencias adquiridas, las mayorías prefieren voltear sus rostros dizque para tener sus conciencias tranquilas, aunque luego al final de las difíciles jornadas sus pensamientos les confirmen que fueron testigos indirectos de directos delitos, consumados por parte de aviesos individuos que los aterrorizan con soltar sobre ellos las fieras costumbres que a cualquier ser normal asustan.
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