SALONES Y NICHOS DEL PODER
Los estudiosos de las
normas y las leyes públicas, pomposamente llamados políticos,
doctores jurisconsultos,
expertos, estrategas o ejecutivos en jefe, siendo que en realidad
son bufones financiados
y aupados por quienes persiguen intereses selectivos y objetivos,
personajes contumaces,
siniestros, degenerados e indecentes, concentrados en nichos de
poder a través de empresas,
corporaciones y conglomerados que se han aliado globalmente,
lo cual, obligatoriamente,
concita a relaciones y distracciones despectivas en contra siempre
de los beneficios colectivos,
por consiguiente, hacen parte de un guion muy bien craneado y
elaborado en medio de
salones privados, dónde se reúnen alrededor de banquetes
atiborrados de manjares
y sirvientes, donde solo ingresan los mayores interesados en
obtener lucro a
partir de los erarios estatales, creando círculos viciosos, cerrados,
alambrados y blindados
en medio de los cuales encadenan de manera perfecta la secuencia
de unos robos continuados,
realizados por personas ingeniosas y muy capaces, aunque sin
ningún tipo de empatía
por el dolor ajeno, totalmente despreocupadas con la suerte que
corran quienes pagan
de forma directa las consecuencias de sus turbias acciones.
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