LA OSCURIDAD RELUCIENTE DE UN SER CREYENTE EN EL
BRILLO DE UN VIL METAL
El oro no resplandece por sí solo,
son los rayos que emite el astro sol los únicos culpables de hacerlo refulgir,
convirtiéndolo en aliado estratégico de
unos sentimientos que hace surgir este metal, trastornado a los seres
humanos en unos tristes miserables por
no tenerlo, ya que los transforma en incapaces para pensar más allá de
sus emociones básicas y primarias, las
qué sin el poder de la lógica los obliga a sacar deducciones erradas y
equivocadas, otorgándole más valor a
un vil metal que a todas las riquezas naturales que existen sobre un
planeta que indolente simplemente aguarda
el final de la oscuridad humana para de nuevo volver a brillar.
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