RESOLLAR RESGUARDADO
En la intimidad de nuestro sagrado, tibio y sudado resguardo aguardo con
expectativa tu resollar de placer para confirmarme que es mutua la satisfacción
que nos provoca el acto de amarnos sobre un lecho desordenado y húmedo, después
de revolcarnos tras eróticas contracciones de nuestros cuerpos emocionados por
los roces continuos de nuestras pieles ardientes.
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