PARÁSITOS LARVARIOS
Los que estamos vivos tenemos conjuntos de células
neuronales,
perniciosas y peligrosas, con las cuales, en sus procesos de
formación,
ayudamos a descomponer nuestros tejidos sociales,
pretendiendo desenredar después los hilos que conforman los
cuerpos orgánicos
de nuestros hijos, mientras que esto ocurre ellos claman las
mismas oportunidades
que tuvimos para realizar las obras que jamás hicimos.
Entre tanto, las pieles de las sociedades se
arrugan y se resquebrajan hasta romperse,
haciendo visibles los organismos que hemos sido sobre la
superficie del planeta,
al cual, por medio de nuestra agresividad, simplemente
corrompimos,
llevándolo hacia la descomposición, engendrando entonces larvas
humanas,
quienes se terminan alimentando de él, vomitando y excretando
otro tipo de sustancias,
bajo las que otros parásitos se reproducen, al consumir los
deshechos remanentes.
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