ABORTAR NO ES COMO QUITARSE UN MOCO
Quien decide abortar no lo
hace por gozar, ni por disponer de su libertad individual,
lo hace por romper ataduras
que pretenden esclavizarla a las dudas de los demás,
siendo una decisión dura y
personal, dónde los demás no nos debemos involucrar,
ya que al hacerlo estamos creyendo
que nuestras propias razones
son la verdad revelada en
medio de una realidad desconocida,
cuando apenas alcanzan a
ser una simple suposición de una evidencia circunstancial,
con la cual se demuestra que
en la Tierra se dan muchas puntadas con dedal,
significando con esto que existen
seres humanos que dicen dar la cara
cuando éstas están cubiertas
con una máscara,
queriendo ocultar el
trasfondo de sus sesgos personales, intelectuales o emocionales,
transigiendo, con ellos, a
ciertos intereses religiosos o políticos, incluso económicos.
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