LA ELIMINACIÓN DEL ENEMIGO ES
NUESTRO MÁXIMO OBJETIVO
Tal cual
francotiradores, armados hasta los dientes con todo un arsenal de explicaciones,
justificaciones,
motivos y razones, estando apostados y escondidos entre las esquinas
del cuadrado que contiene
a una plaza encerrada por las ambiciones individuales,
los seres humanos nos
caracterizamos, por lo general,
en estar dispuestos a
disparar a la cabeza de aquellos a quienes consideramos
nuestros enemigos, buscando
alcanzar el objetivo de suprimir nuestros obstáculos
de manera sigilosa, creyendo
ingenuamente que estamos diseñados naturalmente
para estar siempre dispuestos
a matar a los opuestos,
ignorantes de unas
leyes que propugnan por una colisión armónica,
precisamente generadas
tras la creación del universo,
justo después de la
entropía que dio origen a la energía, con la que luego se parió
a la materia que hoy,
a través de nuestros actos personales, algunos seres se disputan
el poder para saber quién
es el ser con la mayor capacidad de esparcir la oscuridad,
en medio de la
mediocridad que identifica a toda la humanidad.
______________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario