viernes, 12 de noviembre de 2021

LA ALARMANTE RELACIÓN DE LA HUMANIDAD CON LA NATURALEZA

 

LA ALARMANTE RELACIÓN DE LA HUMANIDAD CON LA NATURALEZA

 

La frase precisa para reclamarnos entre los seres humanos, es falta de equilibrio, y tras ella manifestar que, hasta ahora, en nuestra relación con la naturaleza, al equilibrio no lo hemos tenido en consideración ni puesto en práctica, y ante las circunstancias que se vienen sucediendo, desde la revolución industrial, sobre nuestro planeta, a raíz y a través de nuestras actividades, se ha venido encadenando un torbellino de problemas ambientales que están poniendo en riesgo la vida en general.

De allí que exhiba, en consideración de lo anterior, una caricatura que demuestra seriamente una de las mayores causas:


 


 

Igualmente manifestar que entre los fundamentos que venimos aplicando, como los cimientos de nuestros sistemas de producción, progreso y desarrollo, se encuentra la visión egocéntrica y antropocéntrica que tenemos de nosotros, como especie, y sobre el resto de la vida sobre el planeta, requiriéndose un cambio inmediato al respecto, aunque debemos manifestar que tenemos consciencia que es lo más difícil de lograr, haciendo de la situación actual un laberinto sin salida, y sin posibles resoluciones inmediatas, si no existen los mensajes de urgencia involucrados entre las neuronas, y herramientas próximas, por la cercanía al caos y por el uso continuado de esos sistemas de producción y explotación, entre las empresas y las personas que tienen en sus manos la relación y dirección directa con las causales y con las tomas de decisiones para iniciar las soluciones.

  


La reunión que se acaba de celebrar en Glasgow, la COP26, no es la primera, estas reuniones se establecieron en el año de 1994 y significan Conferencias entre las partes, son patrocinadas por la ONU, la COP1 fue en Berlín en 1995, sin embargo hay que resaltar que no será tampoco la última, por más señales que indiquen que la temperatura sobre el planeta seguirá subiendo, constantemente, y por más avisos y advertencias que realicen los especialistas, expertos y científicos al respecto de estos temas, sabiendo que las circunstancias nos conducen hacia que debemos tomar mayor y mejor conciencia de los hechos, pues nos estamos enfrentando contra unos intereses económicos que no nos permiten detener el consumo de combustibles fósiles, arrojando a la atmosfera millones de toneladas de CO2, y al mismo tiempo deforestando las selvas y bosques que aún quedan, por más que ya existen diversas alternativas para reemplazarlos, igual ocurre con la pobreza y la inequidad, y sobre los manejos ecológicos necesarios para la conservación de los recursos naturales que garanticen la conservación y supervivencia de nuestra especie, además de incluir en ello a las demás, como la única fórmula de una correlación inseparable.

Hemos visto pasar varios protocolos y acuerdos, como Kioto y París como los más reconocidos, entre muchos otros, 26 exactamente con Glasgow, ante las advertencias que desde hace mucho tiempo todos venimos notando, pues para verlos y sentirlos no se necesita ser científico ni experto, buscando con ellos controlar el aumento de la temperatura terrestre, con la meta de evitar 1.5 grados Celsius como el tope del aumento, para finales de este siglo, o sea 2100.

En 1972 se realizó la cumbre de Estocolmo, la cual, se puede decir, fue el punto de partida de una concientización humana sobre las evidencias científicas del aumento de temperatura y del calentamiento global, las que desde entonces son los ejes de las discusiones ambientales y de las búsquedas de soluciones humanitarias.

Aunque se tiene que mencionar que desde mucho antes ya se estaban cuestionando los modelos y sistemas de desarrollo puestos en marcha por la humanidad, y que hacían parte de las discusiones que se creyeron saldadas con el desmoronamiento del comunismo en Rusia a partir de 1985, y luego con la caída del muro de Berlín y la reunificación de las Alemanias, pero como lo menciona Daniel Samper en una de sus columnas de opinión, ya en 1951 la bióloga Rachel Carson, en sus libros, estaba machacando sobre los asuntos del deterioro ambiental; también, con ella y después de ella, ha habido muchos otros que han resaltado muchos de los signos que indicaban que estaba ocurriendo un desastre natural, señalando de este modo que no es nada nuevo ni algo reciente, pues en el año 1970, con el libro “El círculo que se cierra” del científico Barry Commoner, también fueron expuestos en la palestra pública, generando con estos intentos individuales un movimiento que fue tomando fuerza en todo el mundo.

En 1997 se realiza una conferencia clave para los asuntos ambientales, en la ciudad de Kioto, Japón, donde se plantean los principios de control hacia las emisiones de gases incidentes sobre el calentamiento del planeta, allí se reúnen 150 países, entre ellos 36 de los países más industrializados, excluido Estados Unidos,  estableciendo unos protocolos de control a esa emisiones con efecto invernadero, pero los cuales solo entraron en vigor a partir del 2005, después de la reunión celebrada en Montreal, Canadá, involucrándose esta vez los Estados Unidos, contando con valor jurídico entre los países que lo ratificaron, aunque después se volvieron a producir retiros de algunos países, al comprobar la falta de compromiso de otros, convirtiendo este protocolo en someras intenciones. El problema de fondo radicaba en que India y China, dos de los países productores de grandes emisiones, no lo habían ratificado, después estos asumieron el compromiso, pero luego otros se retiraron, como Canadá, Rusia, Nueva Zelanda, Japón y Suiza. Hasta ahora este tipo de compromiso ambiental y mundial se ha transformado en un tire y afloje entre los países industrializados pues Estados Unidos también volvió a suspender sus compromisos, durante el gobierno de Trump, y ahora los ha vuelto a ratificar con el actual gobierno.  

El Protocolo de Kioto sobre el cambio climático trata de un acuerdo internacional, el cual tiene por objeto reducir las emisiones de varios de los gases provocadores y productores del calentamiento global, entre ellos están el dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), además de otros gases industriales de origen fluorados: Hidrofluorocarbonos, los perfluorocarbonos, el hexafluoruro de azufre y el trifluoruro de nitrógeno.

En 2010 se realiza una nueva reunión en Cancún, México, pero en ella Canadá sentenció una postura que se ha generalizado: El Protocolo de Kioto, en vigor desde 2005 y que obligaba a 37 países industrializados a recortar sus emisiones de gases de efecto invernadero, no corresponde ni implica ningún tipo de solución porque solo estaba cubriendo el 30% de las emisiones globales, además que países emergentes como Brasil, India y China no lo ratificaban y seguían produciéndolos, por lo cual Canadá en 2011 se volvió a retirar.

Luego llegó el turno para Paris, en el año 2015, a donde esta vez llegaron representantes de 195 países confiados en poder comprometer a las industrias y corporaciones en lograr el control del aumento incontrolado de la temperatura del planeta y se planteó la meta de evitar un aumento de 1.5 grados Celsius antes del año 2030, sin embargo, con el correr del tiempo se han dado cuenta que no es una meta realizable, incluso se dice que a pesar de la pandemia, y del año que se puede decir que se detuvo el planeta, los indicadores señalan que la deforestación aumento, que el calentamiento global continua y que los gases que producen el fenómeno de invernadero no disminuyen, por el contrario siguen aumentando.

 

Establecida en 1964, la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha evolucionado hasta convertirse en la fuente de información más completa del mundo sobre el estado de riesgo de extinción global de especies animales, hongos y vegetales. De los 8 millones de especies existentes 1 millón están ya en peligro de desaparecer

 Más de 38.500 especies están en peligro de extinción

Más de 38.500 especies se encuentran en peligro de extinción.

Eso sigue siendo el 28% de todas las especies evaluadas.

ANFIBIOS

41%

MAMÍFEROS

26%

CONÍFERAS

34%

AVES

14%

TIBURONES Y RAYAS

37%

CORALES DE ARRECIFE

33%

CRUSTÁCEOS SELECCIONADOS

28%

Tomar acción

Ayúdenos a hacer de la Lista Roja de la UICN un barómetro de la vida más completo.

 

 

LA SEXTA GRAN EXTINCIÓN EN CIFRAS FUENTE: WWF. DISMINUCIÓN DE POBLACIONES EN 2017 -81% ESPECIES DE AGUA DULCE Delfín de río -38% ESPECIES TERRESTRES Reno o caribú -36% ESPECIES MARINAS Foca monje mediterránea LAS GRANDES AMENAZAS: Pérdida de hábitats Sobreexplotación de especies Contaminación Especies invasoras y enfermedades Cambio climático LISTA ROJA DE ESPECIES AMENAZADAS TOTAL DE ESPECIES EVALUADAS: 87.967 TOTAL DE ESPECIES AMENAZADAS: 25.062 (28,49%) VULNERABLES: 11.507 EN PELIGRO: 8.152 EN PELIGRO CRÍTICO: 5.403 ESPECIES MÁS AMENAZADAS EN 2017 EL FRESNO DE AMÉRICA DEL NORTE CAUSA: barrenador esmeralda, un escarabajo asiático invasor. SALTAMONTES Y MILPIÉS DE MADAGASCAR CAUSA: degradación de su hábitat por extracción de madera, pastoreo y minería. EL ANTÍLOPE DE ÁFRICA CAUSA: desaparición de su hábitat por ocupación humana y cambio climático. PANTERA DE LAS NIEVES CAUSA: reducción del hábitat por presión humana.os comprobados









1995 COP 1 Berlín, 1996 COP 2 Ginebra, 1997 COP 3 Kioto, 1998 COP 4 Buenos Aires, 1999 COP 5 Bonn, 2000 COP 6 La Haya, 2001 COP 7 Marrakech, 2002 COP 8 Nueva Delhi, 2003 COP 9 Roterdam, 2004 COP 10 Buenos Aires, 2005 COP 11 Quito, 2006 COP 12 Manila, 2007 COP 13 Bali, 2008 COP 14 Posnania (Polonia), 2009 COP 15 Copenhague, 2010 COP 16 Cancún, 2011 COP 17 Durban, 2012 COP 18 Doha, 2013 COP 19 Varsovia, 2014 COP 20 Lima, 2015 COP 21 Paris, 2016 COP 22 Marrakech, 2017 COP 23 Bonn, 2018 COP 24 Katowice (Polonia), 2019 COP 25 Madrid, 2021 COP 26 Glasgow. 

 En el siguiente portal se pueden obtener de forma inmediata la mayoría de las cifras completas, actualizadas y al instante de las acciones y actividades humanas: 

 Máhttps://www.epdata.es/datos/cambio-climatico-datos-graficos/447


 

Aun siendo hechos comprobados por todas las instituciones financieras del mundo, como el BM, el BID, la Cepal, y el resto que en sus informes y bitácoras lo registran, no ha habido poder humano que convenza a las corporaciones que se han apropiado de las decisiones que permitan unos cambios de paradigmas y políticas ambientales, económicas y sociales.



Un informe de la Cepal del año 2017 señala lo siguiente: El cambio climático ocasionará aumentos paulatinos en la temperatura promedio de la superficie de la tierra y de los océanos, modificaciones de los patrones de precipitación, cambios de intensidad y frecuencia de los eventos climáticos extremos y un alza en el nivel medio del mar (IPCC, 2007). Se estima que, para finales del siglo XXI, el aumento de la temperatura de la superficie terrestre podría estar entre 2,6 y 4,8°C, y que el ascenso en el nivel medio del mar podría estar entre 45 y 82 centímetros. Adicionalmente, es probable que la precipitación incremente en las latitudes altas y en el Ecuador, y que disminuya en las zonas subtropicales (IPCC, 2013a) con todas las repercusiones que estos fenómenos ocasionaran sobre la vida en general.

El grupo internacional de científicos liderados por el sueco Johan Rockström del Centro de Resiliencia de Estocolmo determinaron que son 9 los limites planetarios:




Cifras que debes conocer de los efectos humanos sobre el Medio Ambiente

5% - 15%

del total del consumo de energía de los hogares del mundo proviene de dispositivos inactivos mientras dormimos, que podríamos desconectar para ahorrar energía.  

44 millones

de toneladas métricas de carbono dejarían de emitirse si cada casa en Estados Unidos redujera su gasto de energía al desconectar dispositivos como el computador, el televisor y el celular cuando se va a dormir. 

4,3 millones de toneladas

de CO2 (dióxido de carbono) han sido bombeadas al aire por hora. Eso son 1.200 toneladas cada segundo. O 39.000 millones de toneladas cada año. 

12%

de las emisiones de todas las fuentes de transporte provienen de la industria aérea; es la de más rápido crecimiento en las emisiones de gases de efecto invernadero. 

28.500 personas

se suman cada día a la población mundial, que ya sobrepasa los 7.300 millones de personas, en un lapso de tres horas. 

5.000 buques de contenedores

navegan los siete mares diariamente, representando el 13% del total de emisiones de óxido de azufre entre el 2007 y el 2012. Pequeñas partículas como las del óxido de azufre causan más de 60.000 muertes cada año.

92%

de la población mundial vive en lugares donde la contaminación del aire excede sus límites. 
8.000 muertes diarias están relacionadas con la contaminación del aire exterior.

93% de la Gran Barrera de Coral

de Australia tenía blanqueamiento en el 2016. Los corales sirven de refugio al 25% de las especies marinas, protegen a las costas de las tormentas y de ellos dependen cerca de 275 millones de personas.

20%

de la contaminación industrial del agua proviene de la industrial textil. 

30%-50% 

de todas las especies podrían extinguirse a mediados de este siglo por el cambio climático, la pérdida de hábitat, la mono agricultura y el consumo. 

144.000 elefantes africanos

desaparecieron entre el 2007 y el 2014, lo que representa el 30% del total de elefantes del mundo.

20 a 1.000

pueden tardar en descomponerse las bolsas plásticas no biodegradables que terminan en el Océano.

33,3% de la comida

producida para consumo humano cada año (1.300 millones de toneladas) se pierde o desperdicia. Si solo el 25% de esa cantidad se usara efectivamente, se podría alimentar a 870 millones de personas con hambre.

14,4 kilogramos

de basura per cápita produce cada día la pequeña isla de Trinidad y Tobago, más que cualquier otro país en el mundo. Eso es 12 veces el promedio mundial (1,2 kilogramos). 

41,9 millones de toneladas

métricas de residuos electrónicos se produjeron en el 2014. Para el 2018, se espera que sean 50 millones de toneladas métricas.

 

Fuentes: Naciones Unidas, FAO, Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales de EE.UU., Global Carbon Project, Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Amigos de la Tierra (red internacional de organizaciones ambientalistas de 74 países), Red de Huella Global, Centre of Excellence for Coral Reef Studies, Banco Mundial, Gran Censo de Elefantes, Clean Up Australia, World Economic Forum, nature.com.

 

 

 



  

 


 

  


 

 https://es.mongabay.com/2021/04/deforestacion-aumento-planeta-2020/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario