LA ALARMANTE RELACIÓN DE LA HUMANIDAD
CON LA NATURALEZA
La
frase precisa para reclamarnos entre los seres humanos, es falta de equilibrio, y
tras ella manifestar que, hasta ahora, en nuestra relación con la naturaleza, al
equilibrio no lo hemos tenido en consideración ni puesto en práctica, y ante
las circunstancias que se vienen sucediendo, desde la revolución industrial, sobre
nuestro planeta, a raíz y a través de nuestras actividades, se ha venido
encadenando un torbellino de problemas ambientales que están poniendo en riesgo
la vida en general.
De
allí que exhiba, en consideración de lo anterior, una caricatura que demuestra seriamente una de las mayores causas:
Igualmente manifestar que
entre los fundamentos que venimos aplicando, como los cimientos de nuestros
sistemas de producción, progreso y desarrollo, se encuentra la visión
egocéntrica y antropocéntrica que tenemos de nosotros, como especie, y sobre el
resto de la vida sobre el planeta, requiriéndose un cambio inmediato al
respecto, aunque debemos manifestar que tenemos consciencia que es lo más
difícil de lograr, haciendo de la situación actual un laberinto sin salida, y
sin posibles resoluciones inmediatas, si no existen los mensajes de urgencia
involucrados entre las neuronas, y herramientas próximas, por la cercanía al
caos y por el uso continuado de esos sistemas de producción y explotación,
entre las empresas y las personas que tienen en sus manos la relación y dirección
directa con las causales y con las tomas de decisiones para iniciar las soluciones.
La reunión que se acaba de
celebrar en Glasgow, la COP26, no es la primera, estas reuniones se
establecieron en el año de 1994 y significan Conferencias entre las partes, son
patrocinadas por la ONU, la COP1 fue en Berlín en 1995, sin embargo hay que
resaltar que no será tampoco la última, por más señales que indiquen que la
temperatura sobre el planeta seguirá subiendo, constantemente, y por más avisos
y advertencias que realicen los especialistas, expertos y científicos al
respecto de estos temas, sabiendo que las circunstancias nos conducen hacia que
debemos tomar mayor y mejor conciencia de los hechos, pues nos estamos
enfrentando contra unos intereses económicos que no nos permiten detener el
consumo de combustibles fósiles, arrojando a la atmosfera millones de toneladas
de CO2, y al mismo tiempo deforestando las selvas y bosques que aún quedan, por
más que ya existen diversas alternativas para reemplazarlos, igual ocurre con
la pobreza y la inequidad, y sobre los manejos ecológicos necesarios para la
conservación de los recursos naturales que garanticen la conservación y
supervivencia de nuestra especie, además de incluir en ello a las demás, como
la única fórmula de una correlación inseparable.
Hemos visto pasar varios
protocolos y acuerdos, como Kioto y París como los más reconocidos, entre muchos
otros, 26 exactamente con Glasgow, ante las advertencias que desde hace mucho
tiempo todos venimos notando, pues para verlos y sentirlos no se necesita ser
científico ni experto, buscando con ellos controlar el aumento de la
temperatura terrestre, con la meta de evitar 1.5 grados Celsius como el tope
del aumento, para finales de este siglo, o sea 2100.
En 1972 se realizó la
cumbre de Estocolmo, la cual, se puede decir, fue el punto de partida de una
concientización humana sobre las evidencias científicas del aumento de
temperatura y del calentamiento global, las que desde entonces son los ejes de
las discusiones ambientales y de las búsquedas de soluciones humanitarias.
Aunque se tiene que
mencionar que desde mucho antes ya se estaban cuestionando los modelos y
sistemas de desarrollo puestos en marcha por la humanidad, y que hacían parte
de las discusiones que se creyeron saldadas con el desmoronamiento del
comunismo en Rusia a partir de 1985, y luego con la caída del muro de Berlín y
la reunificación de las Alemanias, pero como lo menciona Daniel Samper en una
de sus columnas de opinión, ya en 1951 la bióloga Rachel Carson, en sus libros,
estaba machacando sobre los asuntos del deterioro ambiental; también, con ella
y después de ella, ha habido muchos otros que han resaltado muchos de los
signos que indicaban que estaba ocurriendo un desastre natural, señalando de
este modo que no es nada nuevo ni algo reciente, pues en el año 1970, con el
libro “El círculo que se cierra” del científico Barry Commoner, también fueron
expuestos en la palestra pública, generando con estos intentos individuales un
movimiento que fue tomando fuerza en todo el mundo.
En 1997 se realiza una
conferencia clave para los asuntos ambientales, en la ciudad de Kioto, Japón,
donde se plantean los principios de control hacia las emisiones de gases
incidentes sobre el calentamiento del planeta, allí se reúnen 150 países, entre
ellos 36 de los países más industrializados, excluido Estados Unidos, estableciendo unos protocolos de control a esa
emisiones con efecto invernadero, pero los cuales solo entraron en vigor a
partir del 2005, después de la reunión celebrada en Montreal, Canadá, involucrándose
esta vez los Estados Unidos, contando con valor jurídico entre los países que
lo ratificaron, aunque después se volvieron a producir retiros de algunos
países, al comprobar la falta de compromiso de otros, convirtiendo este
protocolo en someras intenciones. El problema de fondo radicaba en que India y
China, dos de los países productores de grandes emisiones, no lo habían
ratificado, después estos asumieron el compromiso, pero luego otros se
retiraron, como Canadá, Rusia, Nueva Zelanda, Japón y Suiza. Hasta ahora este tipo
de compromiso ambiental y mundial se ha transformado en un tire y afloje entre
los países industrializados pues Estados Unidos también volvió a suspender sus
compromisos, durante el gobierno de Trump, y ahora los ha vuelto a ratificar
con el actual gobierno.
El Protocolo de Kioto sobre el
cambio climático trata de un acuerdo internacional, el cual tiene por
objeto reducir las emisiones de varios de los gases provocadores y productores del
calentamiento global, entre ellos están el dióxido de carbono (CO2), gas metano
(CH4) y óxido nitroso (N2O), además de otros gases industriales de origen fluorados: Hidrofluorocarbonos,
los perfluorocarbonos, el hexafluoruro de azufre y el trifluoruro de nitrógeno.
En 2010 se realiza
una nueva reunión en Cancún, México, pero en ella Canadá sentenció una postura que se ha generalizado: El
Protocolo de Kioto, en vigor desde 2005 y que obligaba a 37 países
industrializados a recortar sus emisiones de gases de efecto invernadero, no corresponde ni implica ningún tipo de solución porque solo estaba cubriendo el 30% de las emisiones globales, además que países emergentes como Brasil, India y China no lo
ratificaban y seguían produciéndolos, por lo cual Canadá en 2011 se volvió a
retirar.
Luego llegó el turno
para Paris, en el año 2015, a donde esta vez llegaron representantes de 195
países confiados en poder comprometer a las industrias y corporaciones en
lograr el control del aumento incontrolado de la temperatura del planeta y se
planteó la meta de evitar un aumento de 1.5 grados Celsius antes del año 2030,
sin embargo, con el correr del tiempo se han dado cuenta que no es una meta
realizable, incluso se dice que a pesar de la pandemia, y del año que se puede
decir que se detuvo el planeta, los indicadores señalan que la deforestación
aumento, que el calentamiento global continua y que los gases que producen el
fenómeno de invernadero no disminuyen, por el contrario siguen aumentando.
Establecida en 1964, la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha evolucionado hasta convertirse en la fuente de información más completa del mundo sobre el estado de riesgo de extinción global de especies animales, hongos y vegetales. De los 8 millones de especies existentes 1 millón están ya en peligro de desaparecer
Más de 38.500 especies se encuentran en peligro de extinción.
Eso sigue siendo el 28% de todas las
especies evaluadas.
ANFIBIOS
41%
MAMÍFEROS
26%
CONÍFERAS
34%
AVES
14%
TIBURONES
Y RAYAS
37%
CORALES
DE ARRECIFE
33%
CRUSTÁCEOS
SELECCIONADOS
28%
Ayúdenos
a hacer de la Lista Roja de la UICN un barómetro de la vida más completo.
LA SEXTA GRAN EXTINCIÓN EN CIFRAS FUENTE: WWF. DISMINUCIÓN DE POBLACIONES EN 2017 -81% ESPECIES DE AGUA DULCE Delfín de río -38% ESPECIES TERRESTRES Reno o caribú -36% ESPECIES MARINAS Foca monje mediterránea LAS GRANDES AMENAZAS: Pérdida de hábitats Sobreexplotación de especies Contaminación Especies invasoras y enfermedades Cambio climático LISTA ROJA DE ESPECIES AMENAZADAS TOTAL DE ESPECIES EVALUADAS: 87.967 TOTAL DE ESPECIES AMENAZADAS: 25.062 (28,49%) VULNERABLES: 11.507 EN PELIGRO: 8.152 EN PELIGRO CRÍTICO: 5.403 ESPECIES MÁS AMENAZADAS EN 2017 EL FRESNO DE AMÉRICA DEL NORTE CAUSA: barrenador esmeralda, un escarabajo asiático invasor. SALTAMONTES Y MILPIÉS DE MADAGASCAR CAUSA: degradación de su hábitat por extracción de madera, pastoreo y minería. EL ANTÍLOPE DE ÁFRICA CAUSA: desaparición de su hábitat por ocupación humana y cambio climático. PANTERA DE LAS NIEVES CAUSA: reducción del hábitat por presión humana.os comprobados
1995 COP 1 Berlín, 1996 COP 2 Ginebra, 1997 COP 3 Kioto, 1998 COP 4 Buenos Aires, 1999 COP 5 Bonn, 2000 COP 6 La Haya, 2001 COP 7 Marrakech, 2002 COP 8 Nueva Delhi, 2003 COP 9 Roterdam, 2004 COP 10 Buenos Aires, 2005 COP 11 Quito, 2006 COP 12 Manila, 2007 COP 13 Bali, 2008 COP 14 Posnania (Polonia), 2009 COP 15 Copenhague, 2010 COP 16 Cancún, 2011 COP 17 Durban, 2012 COP 18 Doha, 2013 COP 19 Varsovia, 2014 COP 20 Lima, 2015 COP 21 Paris, 2016 COP 22 Marrakech, 2017 COP 23 Bonn, 2018 COP 24 Katowice (Polonia), 2019 COP 25 Madrid, 2021 COP 26 Glasgow.
Máhttps://www.epdata.es/datos/cambio-climatico-datos-graficos/447
Aun siendo hechos comprobados por
todas las instituciones financieras del mundo, como el BM, el BID, la Cepal, y
el resto que en sus informes y bitácoras lo registran, no ha habido poder
humano que convenza a las corporaciones que se han apropiado de las decisiones
que permitan unos cambios de paradigmas y políticas ambientales, económicas y
sociales.
Un informe de la Cepal del año 2017 señala lo siguiente: El
cambio climático ocasionará aumentos paulatinos en la temperatura promedio de
la superficie de la tierra y de los océanos, modificaciones de los patrones de
precipitación, cambios de intensidad y frecuencia de los eventos climáticos
extremos y un alza en el nivel medio del mar (IPCC, 2007). Se estima que, para
finales del siglo XXI, el aumento de la temperatura de la superficie terrestre
podría estar entre 2,6 y 4,8°C, y que el ascenso en el nivel medio del mar
podría estar entre 45 y 82 centímetros. Adicionalmente, es probable que la
precipitación incremente en las latitudes altas y en el Ecuador, y que
disminuya en las zonas subtropicales (IPCC, 2013a) con todas las repercusiones
que estos fenómenos ocasionaran sobre la vida en general.
El grupo internacional de científicos liderados por el sueco Johan Rockström del Centro de Resiliencia de Estocolmo determinaron que son 9 los limites planetarios:
Cifras que debes conocer de los efectos humanos sobre el Medio Ambiente
5% - 15%
del total del consumo de energía de
los hogares del mundo proviene de dispositivos inactivos mientras dormimos, que
podríamos desconectar para ahorrar energía.
44 millones
de toneladas métricas de carbono dejarían de emitirse si cada casa en Estados Unidos redujera su gasto de energía al desconectar dispositivos como el computador, el televisor y el celular cuando se va a dormir.
4,3 millones de toneladas
de CO2 (dióxido de carbono) han sido
bombeadas al aire por hora. Eso son 1.200 toneladas cada segundo. O 39.000
millones de toneladas cada año.
12%
de las emisiones de todas las fuentes
de transporte provienen de la industria aérea; es la de más rápido crecimiento
en las emisiones de gases de efecto invernadero.
28.500 personas
se suman cada día a la población
mundial, que ya sobrepasa los 7.300 millones de personas, en un lapso de tres
horas.
5.000 buques de contenedores
navegan los siete mares diariamente,
representando el 13% del total de emisiones de óxido de azufre entre el 2007 y
el 2012. Pequeñas partículas como las del óxido de azufre causan más de 60.000
muertes cada año.
92%
de la población mundial vive en
lugares donde la contaminación del aire excede sus límites.
8.000 muertes diarias están
relacionadas con la contaminación del aire exterior.
93% de la Gran Barrera de Coral
de Australia tenía blanqueamiento en
el 2016. Los corales sirven de refugio al 25% de las especies marinas, protegen
a las costas de las tormentas y de ellos dependen cerca de 275 millones de
personas.
20%
de la contaminación industrial del
agua proviene de la industrial textil.
30%-50%
de todas las especies podrían
extinguirse a mediados de este siglo por el cambio climático, la pérdida de
hábitat, la mono agricultura y el consumo.
144.000 elefantes africanos
desaparecieron entre el 2007 y el
2014, lo que representa el 30% del total de elefantes del mundo.
20 a 1.000
pueden tardar en descomponerse las
bolsas plásticas no biodegradables que terminan en el Océano.
33,3% de la comida
producida para consumo humano cada
año (1.300 millones de toneladas) se pierde o desperdicia. Si solo el 25% de
esa cantidad se usara efectivamente, se podría alimentar a 870 millones de
personas con hambre.
14,4 kilogramos
de basura per cápita produce cada día
la pequeña isla de Trinidad y Tobago, más que cualquier otro país en el mundo.
Eso es 12 veces el promedio mundial (1,2 kilogramos).
41,9 millones de toneladas
métricas de residuos electrónicos se
produjeron en el 2014. Para el 2018, se espera que sean 50 millones de
toneladas métricas.
Fuentes:
Naciones Unidas, FAO, Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales de
EE.UU., Global Carbon Project, Asociación Internacional de Transporte Aéreo
(IATA), Amigos de la Tierra (red internacional de organizaciones ambientalistas
de 74 países), Red de Huella Global, Centre of Excellence for Coral Reef
Studies, Banco Mundial, Gran Censo de Elefantes, Clean Up Australia, World
Economic Forum, nature.com.





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