YO SOY TU ADÁN Y TÚ MI EVA
Perdido en un bosque, que
frondoso crece entre tus piernas,
yo me siento en él en el edén,
comiendo entonces del fruto prohibido,
que, escondido tras una
maraña de emociones,
siento que es él el centro
del placer,
que tú, cual Eva terrenal,
provocativa me ofreces,
y yo, como un Adán de
carne y hueso, alborozado tomo,
produciéndose la sensación
que sienten nuestros cuerpos por la pasión,
que se desprende de un cariño
compartido,
cuando partimos en dos,
los dos, ese fruto del amor.
______________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario