SON MUY POCOS QUIENES CARGAN UNA
RESPONSABILIDAD COLECTIVA
La pesadilla de una inconsciencia
general, desconectada de la existencia universal,
es el sueño ideal de
quienes persiguen dominar al mundo con facilidad,
qué, desgraciadamente
se vuelve realidad cuando cada individuo cede su razón al miedo,
ante lo que supone que
es la única verdad, pero que en teoría solo es un sistema de maldad.
No hay nada de
espontaneidad en un método que es bastante conocido,
puesto en práctica
desde hace un tiempo debido, con paciencia y con estilo,
por algunos que
tienen concebido un modelo de realidad basado en el temor,
provocado con el terror
de una violencia desmedida, originada en mil mentiras repetidas,
en la que creemos y
caemos, una y otra vez, por no tener una conciencia colectiva.
Aunque son muy pocos
los que tienen, en la maldad, su foco de felicidad,
también son muy pocos
los que cargan sobre sus hombros la esperanza de todos,
insistiendo que hay
otros tipos de realidad, fundamentadas en una sola verdad,
que tiene que ser de mil
maneras repetida, quizás millones de veces más,
y así señalar una
inconsciencia que se ha vuelto privatista, egoísta y corporativa,
para, con esa luz,
iluminar el único camino que lleva a la humanidad a una meta colectiva.
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