SOMOS ERMITAÑOS, MERCENARIOS Y SICARIOS
Aunque seamos muchos seres,
sobre el suelo del único planeta que habitamos,
individualmente estamos solos,
bajo un cielo que nos arropa sin consuelo,
volviéndonos eternos ermitaños,
aunque intentemos con
desespero ser gregarios,
sin alcanzar a serlo, por habernos
vuelto unos mercenarios morales,
y hasta sicarios espirituales,
entre una vida que solo está
basada en deseos y objetivos materiales.
Nada indica que algo va a
cambiar, para mejorar este torpe proceder,
por el contrario, las
señales muestran que ésta es la única verdad,
y que por ella nos dirigimos,
irremediablemente,
hacia una terrible y triste existencia,
acercándonos a un final, que,
aunque mentalmente creemos rechazar,
físicamente, cada día que
pasa, volvemos realidad.
______________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario