VIVIENDO
EN UNA FACTORÍA
Entre las personas y sus realidades, hoy se levantan muchos
muros, que algunos les dicen vanidades y otras llaman falsedades, los cuales son
tan robustos y oscuros, que le opacan al mundo la capacidad de ver más allá de la
nariz, y de la individualidad, de cada ser.
El egoísmo es hoy un modismo muy extendido por toda la humanidad, hasta el extremo que ahora es silogismo de la propia incapacidad que tenemos para reaccionar a las realidades que hemos ido creando y que se esparcen como epifanías por todas las ciudades, que cuales coros celestiales, nos cantan las nuevas verdades, que son las mismas falsedades con las que se han inventado todas las maldades.
Hoy cada ser humano se parece a los marranos que habitan en una granja factoría, que desde que se despiertan hasta que se acuestan son cebados para una fiesta, donde se festeja con cierta sorna y alegría la muerte de los que se aprestan a morir.
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