SOMOS PARTE DE UN REBAÑO

SOMOS PARTE DE UN REBAÑO

Sigiloso, como lo hace un camarón, 
que se mimetiza para escapar al sentirse presa del cangrejo cuando lo acosa, un caracol huye presuroso de una tortuga hambrienta, 
la que lo persigue con alborozo en el estanque, 
donde todos viven conscientes de sus limitaciones y miserias.

En esta ocasión, escapa por un pelo, sin embargo,al rato, 
vuelve al mismo sitio, para empezar de nuevo con denuedo el mismo duelo, que lo llevara a vivir feliz, hasta el momento en que la tortuga lo alcance.

Es un jocoso ejemplo, que se parece en parte a cómo hace la humanidad consigo misma, 
ya que ésta se esconde ante la bondad, 
como un elemento del cambio que necesita, 
mientras permite que se expanda la maldad, 
como el complemento de su ignorancia, 
puesto que cree que ésta, la maldad, nunca lo alcanzará, 
aunque ya haga parte de su rebaño. 
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