FEROCES
EMPRESAS
Con la sutileza de los tigres tras sus presas,
hoy acechan al humano las empresas.
Cada individuo se ha transformado en un objetivo, para ventas,
sin que les importe, que así, el planeta se revienta.
Desde que nace hasta que muere,
cada individuo es acosado por miles de mensajes
sutiles,
con los que le dicen que pensar y que decir,
además, que pague, aunque no necesite comprar.
En esa sutileza, está el secreto del por qué se está rodeado por objetos,
la mayoría sin sustento, pero que inciden en la
felicidad de los sujetos.
Poco a poco, han logrado generar, en cada ser humano,
tanta dependencia de la esencia material, y lo espiritual,
que ya la ciencia no le da conciencia de qué está
haciendo bien o mal,
pero, mientras tanto, la religión si le da sapiencia y
la paciencia,
para aceptar que, si sigue así, todo se va acabar,
pero que para eso hay un Dios que los va a perdonar.
Por eso, con la ferocidad de esos felinos, cuando atacan,
que solo van pensando en la yugular de su objetivo,
esas empresas, ven a cada individuo como filetes,
con los que se sacian y se llenan de billetes,
por lo que no les preocupa que la gente, y el planeta, se revienten.
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