domingo, 7 de mayo de 2017

ENTRE CIEGOS Y SORDOS, EL TUERTO ES REY


ENTRE CIEGOS Y SORDOS, EL TUERTO ES REY

No hay peor ciego que el que no quiere ver, dice el refrán popular, ni peor sordo que el que no quiere oír.
Los colombianos, acostumbrados a que decidan por nosotros, y a que nos estratifiquen, califiquen o clasifiquen, venimos permitiendo que sean unos pocos los que impongan sus decisiones y criterios, que para desgracia de todos, son extremistas en todos los sentido, porque para imponer impuestos nos consideran a todos como ciudadanos de estrato seis, por lo que debemos tributar por todo y para todo.
Pero en el otro extremo, para sobrevivir y exigir somos vistos como simples ciudadanos de estrato uno o dos, para que vivamos con el salario mínimo que deciden, con los aumentos anuales de ese salario, programados de antemano con los empresarios, dizque para aumentar las fuentes de empleos, pero con una cruda realidad inmodificable, donde la informalidad es superior al 60%, o sea que la mayoría no tenemos trabajos seguros ni fijos.
Es muy claro que un Estado necesita que sus ciudadanos cancelen sus impuestos y tributos, pero cuando son justos y ecuánimes, sin embargo en Colombia estos no son claros ni justos, pues al conocer la proporcionalidad de la corrupción imperante, de los desfalcos al erario, de la cantidad de denuncias y demandas, está quedando en evidencia que lo que pagamos, los que pagamos, es mucho más de la cuenta.
Las ganancias que están recibiendo muchas empresas, parásitas del Estado y aupadas por los malos gobiernos, por ejemplo, como los SOAT, con las revisiones técnico-mecánicas, los impuestos de rodamientos, sobre-tasas a la gasolina, subsidios al alcohol carburante, zonas francas, las exenciones de impuestos y tributarias a las industrias por empleos que no generan, por subvenciones, por reducciones de toda índole, son gigantescas; mientras tanto los ciudadanos, vivimos sometidos a unos manejos sin sentido.
El SOAT, que es un seguro necesario, con el costo que se paga por él, por cada vehículo, debería tener una cobertura para mínimo dos años, igual debe ocurrir con el impuesto de rodamiento, la revisión técnico-mecánica; y así con una gran cantidad de tributos, a los que nos tienen sometidos, sin considerar la realidad de los ingresos familiares.
Con solo lo que se recibe por el pago del impuesto del IVA, deberían obtenerse los recursos necesarios para el funcionamiento de todo el Estado y de la sociedad, lo demás es robo y engaño.

_____________

No hay comentarios.:

Publicar un comentario