BIEN
ENGAÑADOS Y MAL CONVENCIDOS
Solo hay que ver parir a una mujer para saber lo que el
dolor es, sin embargo, con una actitud despectiva y despreciable, la humanidad,
imbuida de un carácter monetario y guerrerista, se impone sobre esa prole, a
los que mantiene en conflictos permanentes, reales y mentales, a pesar de sufrir
ese dolor para parirlos.
Los hombres y mujeres de hoy, se están moviendo por terrenos
desconocidos, porque lo conocido ya no les interesa, han sido convencidos que
es preferible errar por conocer que sostener lo que funciona, sometiéndose, lo
más seguro sin querer, a una estúpida filosofía, con psicología incluida, donde
se premia la osadía, la gloria efímera, o el placer momentáneo, sobre la vida
placida y sencilla, o sea, sobre la buena vida, la que tiene como objetivo
envejecer mientras se crea y se disfruta la vida.
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