UNA ARISTOCRACIA ANTISOCIAL
En ciertos pasillos palaciegos, de inciertos castillos pertenecientes a falsos honorables nobles, avenidos a aristócratas por ser allegados a los principales antisociales que dominan las alcantarillas poblacionales, desde donde luego se irrigan los negocios ilícitos, disfrazándolos como sustento de los legales, que se mantienen adheridos a las ciudadanías inconscientes y subnormales, conformadas por criaturas que pasan viéndoles como comercios esenciales frente a principios irregulares, entre los cuales sacan partido los más incondicionales de los indecentes formales, fórmulas necesarias y vitales para mantener vigentes los poderes terrenales, en medio de sociedades incapaces de protestar y rechazar sus podredumbres, sin siquiera llegar a sentir culpabilidades al ver al resto de sus integrantes intentando hacer esfuerzos desproporcionados bajo los parámetros intrascendentes de la decencia y la legalidad, para ser finalmente conducidos hasta la insignificancia natural, entre la cual coexistirán mientras sigan avalando semejantes estructuradas delincuenciales.
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