LAS PERDIDAS SON IRRECUPERABLES
Cada día amanecemos queriendo
recuperar el tiempo perdido,
en cuanto hacemos intentos mañaneros de
cronometrar la realidad,
dándole lugar al espacio-tiempo ocupado
por los intentos individuales
realizados con los esfuerzos personales
aplicados sobre
unas neuronas que utilizamos al
pensar y querer comprender
todas las justificaciones existentes
alrededor de cada acción
emprendida para lograrlo, los cuales
traen explicitas las
explicaciones que indican que el
tiempo es de tal magnitud
que se encuentra incrustado entre
cada célula que muere
luego de la infructuosa manera de
recuperación altanera
de una vida que simplemente se quedó latente
en un ayer
que se desgastó tras el intento.
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