CIUDADANOS PLÁSTICOS
La ciudadanía es una condición que se ha ido endureciendo con el paso de los
años
y por el concreto de las metrópolis sugeridas como modelos ideales de vida,
que, aunque se puedan considerar una
invención humana y moderna,
simplemente están compuestas por la aceptación
dócil y sumisa asumida,
a través de los derechos, por las gentes
que se sienten perdidas en medio
de sus vivencias adquiridas al insensibilizarse
entre una cotidianidad impuesta
por su misma permisividad frente a un
mundo diseñado exclusivamente
para aceptar los sufrimientos ajenos.
Ante los directores responsables se
esfuman las necesidades de los residentes
de un planeta que se considera como
un tipo de desarrollo placentero pero
plástico, capaz de adaptarse a las emociones individuales y personales de todos aquellos
que han llegado al mundo material pretendiendo acumular, durante su efímera existencia,
una riqueza con la que se puede erradicar toda la pobreza general entre las sociedades
líquidas que
han sido preparadas para coexistir sin esperanzas.
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