NO SOMOS SUPREMOS NI SUPERIORES
SOLO OBTUSOS
Nos concentramos
tanto en vivir las propias vidas,
que terminamos olvidando
que hacemos parte del conjunto de una especie,
la cual se mueve en
concordancia con el peso que ejercemos individualmente,
con nuestras masas, hacia
el espacio comprendido entre dos polos en permanente deshielo,
sobre un planeta desbalanceado
por unas fuerzas ajenas y exteriores a nuestra existencia,
por lo tanto, obteniendo
el justo balance que produce nuestro propio desequilibrio.
Creyendo ser lo que
no somos, actuamos como el ser supremo que suponemos,
dando palos de
ciegos, al chocar contra los bordes de unos límites que debemos respetar,
rompiendo, con
nuestra soberbia e insolencia de supuestos seres superiores,
los linderos naturales
que tenemos que reconocer que nos son ajenos,
pero que no hacemos
por obtusos, esperando obtener los mejores resultados
a través de una
operación que desde el comienzo de nuestra ejecución está errada.
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