INAUDITOS CLAMORES ANTE TREPIDANTES ALBORES
Detrás de la fachada
de cada objeto, sean vitales o inmateriales,
se esconden mundos
paralelos, conteniendo horizontes de sucesos
distintos a la
realidad, los cuales acumulan energías y sustancias,
que después se anulan
entre sí,
chocando contra la
inmortalidad del momento o de los objetos.
Los seres humanos, aunque
no son todos,
escuchamos placidos que
ocurre un trepidar dentro del universo que ocupamos,
indiferentes a la
erosión que se produce en la materia que conforma lo que existe,
dejando abierto el
broche por donde luego ingresa la penuria,
en forma de una
penumbra oscura, acostumbrada ésta a imponerse sobre la claridad,
a la cual ya nadie
retiene, porque se encuentra en el fondo
de un pasaje que viene
conduciéndonos hacia la eternidad de la nada.
Después dirán que
nadie advirtió lo que sucedía,
y rajándose las
vestiduras, que más parecen armadura,
clamaran al cielo por
sus tormentos, esperando una ayuda que nunca llegará.
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