TODOS ESTAMOS PARAPETADOS
DETRÁS DE UNA FALSA IMAGEN
La imagen física
que mostramos a los demás, al mundo en general, es ficticia,
es irreal, apenas es
un montaje preparado con la suficiente anticipación,
con bastante preparación,
ya que es un disfraz, un maquillaje,
que en todo
amanecer nos ponemos encima, prestos a recorrer el resto del día,
del cual solo el
amor es capaz de despojar a cada individuo que lo porta,
descubriéndose cada
quien como és en la intimidad de la fortaleza personal.
Siendo seres vulnerables,
aunque totalmente vanidosos y egoístas,
procuramos
construir sobre nosotros, con algo de orgullo, una mentira estructural,
con la que podamos
engañar y convencer incautos,
filtrando luego en
la telaraña que dispusimos como trampa, a los que creemos fácil presa,
y cual araña hambrienta,
llegar hasta el cuerpo de nuestras victimas indefensas,
chupándoles todo
liquido de confianza, convenciéndolas, de paso,
estar haciéndoles
un favor,
pues cada ser es en
potencia un consumado confiado, viajando solo por el mundo,
esperando el preciso
instante en que le llegue, y le toque, el momento para actuar,
atrayendo con su propio
disfraz a esa persona que pretende amar,
y ahí sí
despojarse del pesado maquillaje que lo asfixia todo el tiempo.
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