PENSAR EN TENER SEXO ES
DESESTRESANTE
Como hombre uno nunca se
niega un pensamiento erótico sobre una mujer,
por el contrario, explaya
su imaginación besándola en todas partes del cuerpo,
en la boca, en el
cuello, los ojos, las orejas, la nuca, la espalda, el ombligo,
succionando unos
erectos y emocionados pezones, lamiéndole los muslos,
hasta llegar al mismísimo
punto g,
para luego terminar teniendo
sexo en el suelo, en el pasto, en una cama
o hasta en el borde de
un dintel.
Algunas personas pueden
creer que estos son actos morbosos,
enfermizos, incluso sin
gozo,
pero es hermoso querer tener
sexo con una mujer,
aunque sea, ésta, imaginaria
o de carne y hueso,
aunque sea una extraña
o su propia esposa,
ya que la lascivia es
una especie de reposo mental,
ayudándole a los
hombres a escapar de un estrés emocional,
cuando hoy se está
viviendo todo el tiempo confundido y presionado,
pensando en responsabilidades,
trabajo, en ser exitoso y ordenado,
encontrando que en una simple
lujuria está la manera más perfecta
de huirle a una absurda
y violenta realidad.
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