ÉSTE SOLO ES UN EJEMPLO
ENTRE LOS MILLONES QUE PULULAN
Ver hoy, en el Valle
del río Cauca, por ejemplo, a las elegantes garzas blancas,
que antes caminaban garbosas
junto a las bocas de los animales pastando,
atrapando los insectos
de los que se alimentaban,
teniendo que escarbar
el excremento humano entre los canales de desagües,
más parecidos a
cloacas, y junto a ellas los pellares,
quienes antes esas mismas pasturas anidaban,
es el símbolo inequívoco
del desprecio humano hacia la naturaleza,
la cual se encuentra presa
y sometida a sus acciones,
desprovistas todas de
razones de peso, y con las que concita el desprecio
que hoy se cierne
sobre el aire, el agua y el suelo de un planeta indefenso,
ante el peor enemigo
que haya aparecido sobre su superficie.
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