VIVIENDO EN EL NIDO
DE LA PERRA
Viendo anegado los
pavimentos, de una pestilente sustancia marrón,
la cual ha traspasado
esos escudos, con los que hemos acorazado a la Tierra,
al suelo, al mundo, a
nuestras ciudades, y hasta a nuestras conciencias,
creyendo que con ellos
nos podemos proteger de los efectos reactivos,
producidos por una naturaleza
agredida,
a través de esa
pestilente sustancia marrón,
los seres humanos
transitamos despreocupados por encima de ellos,
embadurnándonos los
pies con ella,
respirando con
desagrado los olores que desprende,
sin importarnos que
ese líquido provenga de los millones de cadáveres,
enterrados después de
cumplir sus ciclos productivos,
ignorantes que es el comienzo
de nuestra propia descomposición,
a la cual nos hemos
sometido, y acostumbrado, sin consideración,
aun sabiendo que también
nuestros hijos correrán igual suerte.
Así hemos
transformado a nuestro planeta en el más grande escenario,
en donde se realiza
la mejor actuación masiva de ignorancia colectiva,
habiendo sobre él una
mínima protesta, hasta cierto grado compulsiva,
sin embargo, ella se
presta para hacer la fiesta que pretenden algunos,
tras sus representaciones
personales, y es quedarse con el premio mayor,
el cual consiste en
tener el honor de la destrucción masiva del único paraíso hasta ahora conocido,
quedando registrado
en la historia universal, por si vuelve a resurgir un mito parecido,
si es que después de
él hay de nuevo evolución y llega a renacer la vida,
dejando un mensaje, y
es que por aquí pasamos,
y arrasamos hasta con el nido de la perra.
______________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario