ESTAMOS ACELERANDO NUESTRA
IMBECILIDAD
Fulminados por el tiempo, entre
un goteo permanente de segundos,
aunque nos parezcan eternos,
los seres humanos desperdiciamos
con premura nuestras vidas,
creyendo hacer parte de un
espacio sólido y eterno,
estando convencidos que nos
rodea,
sin siquiera considerar que apenas
somos un fragmento de una base general,
siendo ésta una nada universal,
incrustada en nuestras neuronas,
conteniendo en ellas el inicio
básico de la razón infinita,
sin embargo, la despreciamos,
a través de nuestros pensamientos
egocéntricos y antropocéntricos,
ignorando, a su paso, los
fundamentos que dieron sentido
al principio de la evolución,
cuando surgió de esa nada la
energía que hoy nos contiene,
y de la cual simplemente hacemos
parte, transportando a nuestra materia,
conformada por células y
tejidos, carne con forma de nosotros,
hacia el agujero negro de la
estupidez humana,
con que marcamos nuestros
pasos, como especie e individuos,
estando convencidos que tenemos
el control total,
indolentes del descontrol que nos
lleva aceleradamente, de nuevo, al principio,
cuando la materia era nada, y
la energía hacia parte de una explosión.
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