ANTE UNA ESPERA QUE
NOS TIENE PREOCUPADOS PORQUE ESTAMOS TOTALMENTE EQUIVOCADOS
Perenne se ha vuelto nuestra
espera, como humanidad,
de hacer el giro
necesario, con el cual se reforme el camino que llevamos,
ya que nadie, como
sociedad, espera cambiar lo que cree innecesario,
al pensar que el rumbo
que tomamos es el correcto,
a la vez, creyéndolo
tener totalmente controlado y muy bien sustentado,
a pesar de las miles
de señales que demuestran los daños que ocasionamos,
sobre la piel del
planeta, que sufre en ella las consecuencias de nuestros actos,
siendo el único lugar que
ocupamos en el exclusivo espacio conocido,
del que aun así nos
creemos dueños, aunque no poseemos,
donde solo el tiempo es
quien tiene la última palabra,
y ésta, nunca ha
coincidido con la que venimos pronunciando,
obteniendo entonces siempre
el mismo resultado,
jamás hemos tenido la
razón, pero la queremos imponer,
causando por
consiguiente todo tipo de estrés,
el personal, el
social, el natural y el universal,
que tanto nos apabullan,
por más bulla que hagamos
quienes creemos que recorremos
el camino equivocado.
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