UNAS BESTIAS HUMANAS QUE MANDAN A LA
MANADA
Cada uno de nosotros tenemos
múltiples identidades,
desde la de un artista
sensible hasta la de una fiera al acecho de su víctima,
de allí que seamos una
manada con un compendio de personalidades,
que aparecen dependiendo
del sistema evolutivo
que haya sido estructurado
alrededor de cada individuo en su proceso educativo.
Igualmente podemos ser
amigos o enemigos, bondadosos o asesinos,
ya que hemos aprendido fácilmente
a pasar del odio al amor en un momento,
dependiendo de un segundo
de pasión o de dolor,
comprendiendo que la línea
que existe entre la vida y la muerte
puede ser violada en un
instante dado por la ira de cualquiera,
y si posees recursos políticos,
religiosos o económicos,
sabemos que la justicia puede
llegar a ser doblegada
al poder ser comprada para
hacerla comprensiva.
Poseemos una variada
estela de bestias contenidas,
que algunos liberan más fácil
y rápido que la mayoría,
pues se creen los que tienen
el control mandando en este establo construido,
dando ejemplos repugnantes
con sus actos,
sobre un mundo que se
derruye a través de animales como estos.
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