LOS CUCARRONES DEL UNIVERSO
Cual si fuera un cucarrón,
encerrado en un tarro, la humanidad se estrella contra unas paredes,
las que alzó como si
fueran una señal de su progreso, y que aún hoy no alcanza a comprender que ellas
son la razón
de los muros que la
separan de su sano desarrollo, sobre un planeta que cada vez más se parece al
embrollo
donde se concreta el final
de una especie, la de ella misma, mientras decreta el fin de las demás.
Sin vislumbrar que es en
las leyes naturales donde se encuentran los mandamientos de su fundamento,
la humanidad nunca podrá
encontrar la solución de sus problemas.
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