LOCOS SIN BOTAS
Teniendo botas, siempre hemos preferido
caminar descalzos entre el barro,
indiferentes de las consecuencias a
las que nos exponemos y enfrentamos,
ya que somos una especie convencida en
las bondades de unos actos suicidas.
Preferimos esperar milagros antes que
con nuestras acciones provocarlos,
elegimos el engaño como un credo y a
la verdad como la fuente del enredo,
estamos enterrados, hasta el cuello,
en el pantano de nuestras propias equivocaciones,
ignorantes que en nuestras
justificaciones están las razones del peso que nos hunden.
Poseyendo millones de neuronas en el
cerebro hemos terminado siendo emocionales sin oponernos,
igualmente, sabiéndonos la fuente de
todos los problemas que nos afectan,
ahora estamos culpando al planeta por
las inclemencias que sufrimos
después que explotamos sus recursos
naturales sin ningún tipo de control.
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