viernes, 4 de septiembre de 2020

UNA PROPUESTA GENERAL SOBRE UN SISTEMA AGROAMBIENTAL, DIFERENTE AL ACTUAL; QUE GARANTICE E IMPULSE UNA NUEVA SOCIEDAD SOSTENIBLE Y EN PAZ.

 

UNA PROPUESTA GENERAL SOBRE UN SISTEMA AGROAMBIENTAL, DIFERENTE AL ACTUAL; QUE GARANTICE E IMPULSE UNA NUEVA SOCIEDAD SOSTENIBLE Y EN PAZ. 

Por: Octavio Cruz González Ing. Agrónomo

         Roberto Segovia Benavides. Ing. Agrónomo.

 

El mundo civilizado está concluyendo, durante esta eterna cuarentena, que la devastación de ecosistemas es determinante en la pandemia del virus mutante que hoy nos acorrala, y en la proliferación de otros virus, bacterias y plagas. La suma de todos los daños ambientales en la Tierra; como, por ejemplo, el que se le está ocasionando al valle geográfico del río Cauca, deformado, devastado y salinizado durante más de medio siglo, eliminando los humedales y extrayendo indiscriminadamente agua subterránea, para un monocultivo en él establecido, la caña de azúcar, sin que nadie se quiera dar por enterado. Todo con el trasfondo del calentamiento global, debido a los excesos de emisiones y a la devastación de ecosistemas; desde pequeñas microcuencas, de quebradas y riachuelos, hasta otras mucho más grandes, como las de los ríos de la ciudad de Santiago de Cali, en Colombia, que abastecen su acueducto; similar manejo se les viene dando a los grandes ríos del país, el Magdalena y Cauca, como igual a los grandes y torrenciales ríos del planeta, pues también sucede con el Congo y el Amazonas. Desde los valles y sabanas, hasta las cumbres glaciares, desde arrecifes coralinos y manglares, selvas lluviosas y bosques ancestrales, hasta las divisorias de aguas y nacimientos de manantiales naturales, todo lo hemos devastado y empezamos a recibir el castigo merecido.

  • Dice un refrán muy popular, utilizado por todos y conocido de vieja data; cuando se quiere insinuar o asegurar que algo creíble parece funcionar bien, resulta que hay algo mal. Siendo precisamente el trasfondo filosófico de este viejo refrán de donde parten los cimientos de la propuesta que queremos exponer y entregar. Al plantear unos fuertes cambios sociales, filosóficos, políticos y económicos a nivel agroambiental, y también de manera general. Los sistemas productivos y hasta los estilos de vida de la humanidad deben dar un giro de 180 grados, de forma inmediata y sustancial en todos los modelos de desarrollo y de progreso hasta ahora utilizados, pues continuar avanzando con el sistema productivo actual, devastador de seres humanos, animales, vegetales y de los ecosistemas, es de locos y suicidas. Estos modelos, autodestructivos, se basan en una ética ambiental exclusivamente antropocéntrica.
  • Porque venimos observando con bastante indiferencia, y hasta pasivamente, las consecuencias serias que generan y producen nuestras acciones totalmente dañinas sobre los ecosistemas y la vida del planeta. Igualmente, sobre nosotros, que nos ufanamos de ser inteligentes, y sobre las demás especies; los animales y vegetales que no van a la universidad, ni se gradúan de doctores, pero demuestran tener mayor capacidad de interrelación y correlación entre sus componentes, con el entorno inmediato y la naturaleza, además, demuestran un equilibrio en sus acciones e interacciones, reguladoras del clima y de la vida en el planeta que habitan y que hacen habitable, regulando el clima.

Lo que queremos proponer puede parecer una simpleza; es resaltar e insistir en lo que ya muchas personas antes que nosotros han hecho, dicho y demostrado. Desde la perspectiva de las ciencias de la complejidad, el planeta es un conjunto de elementos bióticos, abióticos y culturales, los cuales son interdependientes y se  interrelacionan dinámicamente en un espacio, tiempo y circunstancias específicas., además  se necesitan entre sí, deben y tienen que funcionar en armonía holística y con respeto, una situación que las actividades y actitudes humanas no lo permiten, por tener un enfoque de crecimiento y desarrollo dogmático y antropocéntrico, que va en contravía de la ecología y de la vida. Donde los modelos productivos y de explotación de los recursos naturales utilizados, basados en una ética antropocéntrica, agreden y destruyen el paisaje, el territorio y los ecosistemas.  De allí la importancia de aceptar y de reflexionar sobre nuevos paradigmas que generan cambios y resultados inmediatos, sobre el mejoramiento del nivel y calidad de vida, sobre la salud física y mental, sobre la educación, el trabajo y la tranquilidad de las demás especies, sobre el cuerpo de la Tierra. Un planeta azul que está entrando en estado de real emergencia, pero que reacciona violentamente contra los causantes de su deterioro, liberando virus mutantes, bacterias que se hacen resistentes a las drogas, como los antibióticos, plagas devastadoras de cultivos y raras enfermedades que atacan a los seres humanos, o a los animales, como lo acabamos de ver en los elefantes de Botsuana, muertos por toxinas desconocidas, y sobre las plantas, como sucede con los limones afectados por el Dragón amarillo, transmitido por un insecto, o los bananos que sufren una trombosis vascular en xilema y floema, causada por un hongo, el Fusarium oxisporum cubense raza 4.

PROPUESTAS:

- Nuestra primera propuesta radica en comprender que la humanidad es apenas una parte integrante del conjunto de la naturaleza, aunque sea el ser ecológico dominante, lo que implica iniciar y promover una tarea  monumental; la de intentar poner de acuerdo a los que ahora somos unos diferentes países y culturas, a partir de divisiones aleatorias, sin lógica ni sentido, y matriz de las distintas formas de entender la vida y al universo, siendo divididos por nuestras tendencias filosóficas, religiosas y políticas, y por ellas hemos terminado por partir y disgregar la vida en el planeta, formando una verdadera Babel, como en aquel relato de las sagradas escrituras.

- Nuestra segunda consideración, y a la par propuesta, es sentar los cimientos y las normas de nuestro crecimiento y desarrollo basado en todos los saberes, y en las leyes de carácter natural. Todos los sistemas que venimos utilizando, como los ejes de nuestro progreso humano, deben repensarse y elaborarse a partir de conceptos y parámetros de respeto y armonía entre los ecosistemas y en la vida planetaria. Esto implica reorganizar y delimitar la extensión y la expansión de todas nuestras sociedades y hábitats, involucrando en la co-creación de unos nuevos postulados éticos, y en su relación con la naturaleza, a todos los investigadores, científicos, educadores, pensadores, filósofos, sociólogos, maestros, psicólogos, diseñadores, ingenieros, expertos en salud y constructores de los programas tecnológicos, industriales, sociales, de infraestructuras y de sueños que existan en todos los lugares del planeta, y aprender de los humildes fogoneros del progreso, quienes con la sola sencillez de su trabajo rutinario transforman la materia y generan plusvalía.  

Empezando, de inmediato, con una masiva campaña de reforestación y recuperación de cuencas hidrográficas como igual de cultivos de alimentos sanos para la seguridad alimentaria de todos los habitantes de la Tierra. Para mitigar el calentamiento global y recuperar su equilibrio, y a la vez la vida vegetal y animal en los ecosistemas, lo cual debe desarrollarse al mismo tiempo y de manera bien sincronizada en todos los continentes.  Para producir de modo inmediato una masiva generación de nuevos empleos dignos, de todo tipo, desde los más especializados hasta los del nivel más elemental y general. Impulsándose con ellos un estado de equidad social, económica y medioambiental. 

La agroecología debe ser la base de todos los sistemas productivos, para proteger el ambiente y obtener alimentos sanos, además que sirve para garantizar la seguridad alimentaria con la implementación y multiplicación de las huertas individuales, comunales, regionales y nacionales, sin afectar el ambiente.

- Nuestro tercer punto consiste en que debemos darnos un plazo perentorio, como humanidad, que obligatoriamente debe ser muy corto, para producir con él todos los cambios inmediatos de las fuentes que actualmente utilizamos como generadoras de la energía productiva, comercial, residencial e industrial. Tiene que ser un plazo demasiado breve, necesario para detener y mitigar el calentamiento global que nos amenaza, volviendo vulnerable a la especie humana y a todas las demás especies, ante las altas temperaturas, sequías, vendavales, huracanes, tornados, inundaciones, fractura del Ártico y la Antártida, y por la elevación del nivel de los mares, y por la continua aparición de plagas y enfermedades, a través de virus mutantes desatados de sus reservorios naturales. Todo esto ocurre con un telón de fondo oscuro, y en ciernes, el de la sexta extinción masiva de todas las especies, que venimos acelerando con nuestras emisiones, acciones y proyectos insensatos. El calentamiento global ocurre por excesos de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y por la devastación de ecosistemas; desde pequeñas cuencas hidrográficas de quebradas, hasta las de los ríos más grandes, como sucede con el Nilo, Congo, Mekong, Mississippi, Amazonas y demás torrenciales ríos del planeta. Incluyendo en este desastre ambiental a los manglares, arrecifes coralinos blandos y pétreos, selvas lluviosas y de niebla, bosques australes y bosques boreales, tundras y páramos, glaciares de montaña, desiertos, humedales, ciénagas, lagunas, pantanos y demás sistemas naturales de amortiguación de inundaciones, de los páramos y de las grandes masas de hielo y nieve del Ártico-Groenlandia y La Antártida, que se deslíen y fracturan elevando el nivel de los mares.

Necesitamos deslindarnos, de manera inmediata, no puede haber más dudas al respecto, de las energías  basadas en quemar los combustibles fósiles, como el carbón, gas y petróleo, causantes de 57.000 millones de toneladas de exceso de gases de efecto invernadero (GEI), que han elevado el contenido de carbono en la atmósfera a 418 partes por millón, un máximo nivel jamás antes presentado con ya la vida celular sobre el planeta, que amenaza con generar temperaturas insoportables y crear un caos climático irreversible. 

Por tanto, necesitamos conducir, a todas las sociedades humanas hacia las energías limpias, sustentadas en los recursos renovables, como son la energía solar, la eólica, volcánica y de las mareas. Energías no contaminantes, distintas a la de los combustibles fósiles, cuya quema genera excesos de carbono y otros gases de efecto invernadero, con mayor capacidad de calentamiento global a raíz del metano y los óxidos nitrosos, con 258 veces mayor capacidad de calentamiento que el carbono. Promover y utilizar las energías del viento, del agua, el hidrógeno y la hidráulica, pero eso sí bien sustentadas, monitoreadas y manejadas, sin causar lo destrozos que ocasionan las grandes represas sin controles, que traen verdaderas tragedias biológicas, mortandad de especies acuáticas y terrestres e impactos sobre el suelo, igual sobre las aguas corrientes superficiales y freáticas, además de daños a los seres humanos, por lo general pequeños y humildes pobladores en miles de cuencas hidrográficas de todo el planeta.

- Nuestro cuarto postulado es fundamentalmente filosófico, al sugerir instaurar una teoría de ética ambiental, con carácter y de origen netamente natural, es decir no antropocéntrica, contraria al enfoque que nos está llevando a una loca carrera demencial hacia un punto de no retorno, por el crecimiento y desarrollo mal entendido y aplicado, antiecológico y antihumano.

Este enfoque no antropocéntrico, implica el respeto por las leyes naturales, a la par con las leyes universales, llevándonos, a todos los seres humanos, a un nivel de educación superior, lo cual no significa educación universitaria, sino que desde la escuela empecemos a comprender las fuerzas que producen la naturaleza, la cultura, el paisaje y el universo. Por ejemplo, que seamos capaces de entender desde pequeños un fenómeno natural como la entropía, que en el criterio de la física consiste en comprender la magnitud termodinámica, indicador del grado de desorden molecular de un sistema, y que, desde el nivel de la informática, exige entender la incertidumbre existente ante un conjunto de mensajes, lo cual nos obliga a elegir en forma sabia y conscientemente uno solo de ellos.

Fragilidad de la raza humana y debilidad de los sistemas capitalista y socialista y todas las formas de organizar la sociedad.

La actual pandemia ha destapado la fragilidad de la raza humana ante una crisis colectiva en el mundo, la insensibilidad y la corrupción salieron a flote en la condición humana del mundo, además mostraron la fragilidad de los sistemas políticos-económicos para organizar a las sociedades y dar una respuesta positiva a toda su población, en todos los países. Nuestra especie fue capaz de diseñar y de construir armas convencionales, y nucleares, capaces de destruir catorce veces todas las maravillas y bellezas del mar y de la tierra, sin embargo, ante la pandemia carecía de camas de hospitales, de respiradores para atender a los enfermos de fase avanzada. Hemos también sido testigos que la Nación más poderosa de la Tierra ha sufrido más de 176.000 muertes, y algunos de sus ciudadanos se han negado, durante meses, a aceptar la necesidad de usar los tapabocas y cumplir con las normas de bioseguridad como medida para reducir los contagios. Somos la única especie viviente que no conoce el trabajo solidario, ni las funciones sociales de especies, como las abejas, las hormigas, y los peces que son capaces de moverse al unísono por mero instinto, resplandeciendo en los ríos y en el mar.

Con estos postulados e iniciativas aspiramos, desde el inicio de nuestras vidas fugaces en la Tierra, las cuales son unas minúsculas partículas de la galaxia, poder captar y manejar algunas de las principales leyes que rigen al Universo, y con ellas comprender la complejidad sobre el funcionamiento del Cosmos, de la naturaleza, de la vida pensante y las del resto de organismos vivos.

A través de nuestra corta historia hemos tenido diferentes astrónomos y físicos espaciales que han elaborado leyes o teorías sobre su funcionamiento. Estas leyes del Universo infinito, contribuyen a que el conocimiento sea inteligible para ciudadanos comunes y corrientes, por ejemplo:

· La Teoría del Big-Bang:  que trata de explicar el origen del Universo infinito, sin principio ni fin. La cual afirma que el Universo fue creado hace 14.000 millones de años, debido a la gran explosión o evento de expansión masiva, denominado Big- Bang. 

.  El principio de flotabilidad de Arquímedes: Conocido también como el principio de Arquímedes, descubierto durante uno de sus baños, pudiendo afirmar que “Un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en reposo, experimenta un empuje vertical y hacia arriba, igual al peso de la masa del volumen que desaloja”.

· Las leyes de Kepler: Son tres y tratan de explicar el movimiento de los planetas, describiendo sus órbitas variables alrededor del sol. Fue el primero en descubrir que las órbitas no eran circulares, sino elípticas.

· La ley de la Gravitación Universal de Newton: Afirma que dos cuerpos con masa ejercen una atracción gravitatoria entre sí.

· La teoría de la Relatividad de Einstein: Afirma que la localización de los sucesos físicos, tanto en el espacio como en el tiempo, son relativos al estado de movimiento del observador.

· Leyes de la termodinámica de Otto Von Guericke: Fue el primero en diseñar una bomba de vacío para con ella refutar la suposición de Aristóteles que aseguraba que la naturaleza aborrece al vacío. Mediante el estudio de la energía, la entropía, volumen, potencial químico, la temperatura y la presión del sistema termodinámico, se puede determinar si un proceso se produce espontáneamente.

Estas son las leyes del Universo más destacadas, su descubrimiento y estudio, han cambiado la historia del hombre. Entender con ellas al mundo que nos rodea es beneficioso tanto intelectual, social como económicamente, por lo tanto, deben hacer parte de los pensum educativos de todas las escuelas del mundo.

 

.- Nuestra quinta propuesta tiene que ver con la creación de muchos Parques y de Reservas Naturales alrededor del planeta, para garantizar, a partir de ellos, la producción del oxígeno necesario para abastecer a todas las especies, incluidos nosotros, que vivimos gracias a él, igualmente para que realicen la captura del carbono que producimos a través de nuestras actividades metabólicas e industriales y podamos controlar sus excesos, que traen aumento de la temperatura ambiente, suscitando rápido calentamiento global. Para detener con ellos la pérdida de humedad relativa, generando con la cobertura vegetal la protección de los suelos, recuperando hábitats para las especies animales, vegetales y de insectos. Además, del equilibrio ecológico necesario para la recuperación de las cuencas hidrográficas que aseguran los caudales de los ríos y demás fuentes hídricas superficiales, freáticas y subterráneas.

. - El sexto punto se refiere a la necesidad de implementar nuevos métodos de producción agropecuaria, basados en la agroecología y en las viejas prácticas ancestrales del equilibrio y el respeto por la naturaleza, como la alelopatía, la rotación y recombinación de cultivos, la diversificación con parcelación de pequeñas unidades familiares para producción agrícola y pecuaria. Igualmente, en la recuperación de conocimientos de los pueblos originarios, útiles para buscar y aumentar los niveles de producción de alimentos, para poder abastecer a una población humana desbordada, de más de 7.500 millones de seres, y en aumento descontrolado. 

Consumimos por adelantado los recursos alimentarios de un planeta exhausto y agotado por la ambición de su peor inquilino, los seres humanos inteligentes. Necesitamos con urgencia superar y derrotar la perversa revolución verde, con sus excesos de agroquímicos, que matan abejas, intoxican la atmósfera, las aguas dulces y marinas, degradan los suelos y aniquilan las acciones cuasi mágicas e interactivas entre las especies animales y vegetales de los ecosistemas. Con sus cultivos modificados genéticamente causando desorden en la dialéctica de la naturaleza.

Podemos apoyarnos en los avances de la biotecnología para crear  seguridad alimentaria y recuperar la soberanía alimentaria, perdida con la importación de excedentes agropecuarios, subsidiados en los países que nos imponen sus criterios, con una tecnología impostada y letal de la revolución verde, con la entrega de nuestras semillas propias a monopolios extranjeros, y con TLCs que fueron concebidos como mecanismos de dominio y de control, anti patrióticos, en desmedro de la producción agropecuaria nacional. 

Ante la amenaza de una hambruna global necesitamos que todos los habitantes de la Tierra cultiven alimentos, así sea en los patios, terrazas, balcones o en los techos de sus hogares, y conserven las semillas naturales que pertenecen a los campesinos y a las comunidades del mundo, necesitando tener en los Estados las suficientes y necesarias instituciones aliadas a sus esfuerzos, con centros de acopios de sus producciones, manteniendo precios sustentables con sus esfuerzos,  desarrollando la infraestructura requerida para hacer llegar a todos los rincones los productos cultivados. Los esforzados labriegos cultivaron y cosecharon, durante siglos, en sus parcelas multicolores de pan coger, por lo tanto, no sería nada nuevo.  Producir limpio con los insumos obtenidos de la naturaleza, no de los combustibles fósiles, pues necesitamos generar alimentos para más de 7.500 millones de personas, y al mismo tiempo, mitigar el calentamiento y detener la extinción de las especies de flora y fauna.

Pensemos en los niños inocentes de todo el planeta, quienes aspiran a una vida mejor, con agua potable y alimentos limpios, aire respirable, aguas puras en los ríos con peces y rebosantes de salud, suelos cultivables, con selvas lluviosas y bosques reguladores del clima global. Pero especialmente de océanos y mares limpios sin plástico, donde los corales, el fitoplancton bioluminiscente y los millardos de peces, que se mueven al unísono con sus libreas tornasoles, participen y ayuden de la elaboración del oxígeno necesario para la vida amable de esas nuevas generaciones en plena armonía con la naturaleza, y que en lugar de implantarnos chips, para controlarnos y seguirnos,  le implantemos a toda la humanidad en sus cerebros, y en sus ideas, la esperanza de vivir y la alegría de estar vivos a partir de postulados colectivos.                                                 

 

- “Debemos de trabajar con la naturaleza y no contra la naturaleza” decía Ian Mgharg.                                                                                                                     

 

- “Vivir conforme a la naturaleza” decía Zenón.

 

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