ESTAMOS RECORRIENDO UNA VÍA QUE
NOS CONDUCE DIRECTO A LA EXTINCIÓN
Recostadas, bajo
las sombras que brindan los últimos árboles,
aquellos pocos que aún
quedan en pie sobre un planeta desolado,
se apagan las
ilusiones de todos, soñadas siglos atrás,
cuando la humanidad
aparentaba ser una sola,
y las ideas de cada
cual perseguían un futuro colectivo,
pero que hoy se parecen
a una colcha de retazos,
ante el cumulo de
intenciones individualizadas,
en cuanto que hoy cada
quien toma por su propia senda,
dejando latente una
terrible división, que, ante el paso de los años,
se agranda frente a
un abismo, al que nos conducen en masa,
lanzándonos a un
precipicio intelectual y emocional,
tan gigantesco, que
nadie alcanza a vislumbrar su fondo,
pues éste se
encuentra inundado por el excremento físico y conceptual
que excretan y producen
los seres que no logran comprender
que esa no es la vía
para sobrevivir sobre un planeta totalmente conectado,
a través de
pequeños vínculos, que, aunque parecen invisibles,
son más fuertes que
el acero que contienen las estructuras de concreto,
con las que se edifican
y pavimentan los últimos posibles caminos,
los cuales nos unían
con todos los organismos vivos,
quienes, ante esto,
se extinguen por nuestras insensatas acciones.
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