DENTRO DE LA MENTE DE LOS QUE SUPUESTAMENTE
TIENEN Y SABEN DE ÉTICA
La sed del saber puede
volver insensatos e insensibles a los científicos, y a los expertos de algo,
aquellos seres supuestamente
bien preparados, por ser educados,
quienes persiguen los
secretos de las dudas para conquistar certezas,
que terminan confundidos
y enredados entre la oscuridad de una inseguridad que no pueden tener,
llegando incluso a ignorar
que primero deben obtener la seguridad de quienes vivimos acá,
el planeta que tenemos
primero que proteger, el cual nunca puede quedar en un segundo lugar,
asegurándose, por
ello, la seguridad de todas las especies que lo habitamos,
pero que dirimen sus
futuros en las inseguridades morales en que se debaten aquellos que saben.
De allí que surja
una duda demencial, que descoloca en la Tierra a la experticia comunal,
porque la necesidad
de un conocimiento general está poniendo en riesgo mortal la vida terrenal,
siendo ésta una
certeza singular, y sinigual, con la que se desbalancea la vida universal,
al permitirse invertir
ingentes recursos, buscando otros posibles mundos,
aunque la mayoría de
ellos parezcan increíbles e imposibles,
mientras tanto se desprecia
al hasta hoy único mundo real, palpable y visible,
pero que se nos está
volviendo invivible.
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